Javi1

EDITORIAL
Educar, evaluar y evaluarnos .
Estos tres primeros meses del año, celebramos, conmemoramos y recordamos fechas por demás vitales para nuestra profesión, una de ellas se celebró el pasado15 de Enero, “El Día del Educador”, la misma representa el espíritu de los que convivimos en esta Institución Educativa. Tan reconocida y a su vez tan cuestionada, la digna y noble profesión deleducador se bambolea al ritmo de los nuevos tiempos, la educación asemeja aquel barco en medio de la tormenta el cual se resiste a naufragar. La razón, tal vez nuestro compromiso, nuestra entrega, nuestroamor a ella, lo que cultivamos en todos los ambientes educacionales, en fin, la cosecha que recogeremos. Ya hemos leído en el pasado de Antonio Perez Esclarín: “En educación es imposible serefectivos, si no somos afectivos”, es real, muy cierto, pero (surge la palabrita que nunca falta y entonces viene la justificación), las ocupaciones familiares y profesionales demandan cada vez más tiempo,el día a día nos consigue inmersos en el ansia de buscar y buscar.
Pero (de nuevo la palabrita) este profesional, ama y vive para educar; o por el contrario ama y educa su bolsillo; evaluamos cuandoel muchacho llega tarde o nosotros somos los que lo hacemos; entregamos los recaudos a tiempo o no nos traen la tarea hoy; nos están hablando cosas importantes, pero el mensaje o la llamada sonimpostergables, y así, ¡Martínez va un acta y le decomiso el celular!; ¡ Ay Directora, no pude venir, ayer tenía problemas personales!, pero: ¡Martínez no vino ayer y tuvieron examen!; en fin paremos deevaluarnos y evaluar. Se hace necesario, reflexionar sobre nuestro compromiso como educadores y aplicar a nosotros mismos la nota que nuestro rendimiento demanda, para así con coraje y valentía asumirnuestro verdadero rol. Debemos desnudar el alma de estudiantes, ellos y nosotros, con el deseo de salir de la oscuridad del desconocimiento, de la apatía, de la mediocridad. Pero: ¡No lo pensemos...