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Alfredo… dos amores, un corazón












AUTORES:
Ana Karen Meléndez Arambula
Josías Josué Manzano Treviño
Samanta Anahi Ramírez Méndez
Ulises Navarro de Lira
Erase un vez Alfredo Torres una persona inteligente, amable, sonriente y muy trabajador, tiene una familia “estable” hasta el momento en el que todo cambia….
Alfredo le encantaba su trabajo, el es un vendedor deproductos médicos a farmacias del área metropolitana de monterrey, el siempre salía a recorrer las calles cercanas de su casa para poder relajarse antes de comenzar su rutina pesada de trabajo, en la cual lo separaba mucho de su familia. Comenzando a caminar por un parque con arbustos muy grandes y con mucha sombra le llego una llamada a su celular, tratándose de una señora que necesitaba algunosproductos.
Si buenas tardes, ¿Quién habla?
Respondió Alfredo
Hola, soy Bertha Esquivel, ¿hablo con Alberto? ¿El que vende los productos médicos?
Esta vez usted no se equivoca, pero dígame ¿en que la puedo ayudar?
Si, necesito algunos productos para mi farmacia, me encantaría que el día de hoy pueda venir a mi casa para poderle decir lo que necesito
Claro que sí, me encantaría ayudarla.
RespondióAlfredo con una voz de amabilidad
Excelente, lo veo en mi casa, le mando mi dirección por un mensaje, gracias
De nada
Alfredo decidió caminar de regreso a su casa para poder desayunar e irse directamente a la casa Bertha; llegando a su casa se encontró a su esposa Elena López, ella siempre sonriendo, con sus risos preciosos que caen hasta su cuello, con esos ojos claros que se puede notar eseamor hacia él, saludo a su esposa de beso y comenzó a explicarle sobre esa llamada que tuvo con Bertha; Elena decidió servirle de desayunar a Alfredo y le hablo a sus dos hijos Alejandro y Amelia, dos chavos de entre 18 y 19 años, un poco altos y muy estudiosos, comenzaron a desayunar y platicar un poco sobre lo que harían en este día, algo normal, aunque Alfredo no se esperaba lo que sucedería…Terminando de desayunar, Alfredo apresuradamente salió de su casa y se fue directamente a la casa de Bertha, sintiéndose algo desesperado dijo:
¡Dios! No sé que está pasando, me siento algo emocionado, espero que esta señora necesite mucha mercancía, necesito dinero para poder pagar las colegiaturas de mis hijos, no sé qué hare si no vendo más productos
Llegando a la casa de Bertha en unaresidencia no muy lejana de su casa decidió tocar el timbre de la casa, en la cual en pocos segundos salió Bertha, una señora no más de 30 años alta, con un pelo rubio y muy lacio que le llegaba casi terminando la espalda, con unos lentes que ocultaban un poco esos ojos brillantes y por supuesto, una sonrisa enorme, que veía Alfredo muy detenidamente.
Hola buenas tardes, ¿es usted Alfredo verdad?Dijo Bertha, con una voz muy bajita
Así es, mucho gusto, disculpe un poco la tardanza, había algo de trafico
No se preocupe, pase para poder platicar ajusto
Respondió Bertha
Entrando Alfredo a esa casa, camino hacia la sala, un lugar muy grande y espacioso, con unos sillones negros, muy grandes y amplios, en la cual Bertha se sentó en uno de ellos
Siéntese, está en su casa
Dijo BerthaMuchas gracias, que amable
Respondió Alfredo, algo nervioso
Después de algo de tiempo, Alfredo termino de anotar los productos que necesitaba Bertha en la cual, ella le dijo:
¿Y que tiene planeado hacer después de aquí Alberto?
Dijo Bertha, con una cara de pasión hacia Alfredo
Pues en realidad nada, tenía planeado de ir a arreglar algunas cosas que necesita la casa
No desea quedarse a comer,acabo de hacer unas ricas y suculentas enchiladas suizas, quédese, sirve que platicamos un poco mas
Me agrada la idea
Respondió Alfredo, dándose cuenta de lo que trataba de decir Bertha con esa mirada fija hacia él.
Después de terminar la comida, Alfredo y Bertha tuvieron algo más que eso, un trato carnal entre los dos, sabiendo Bertha que él es casado, pero no le importo ella decidió tener...