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El símil de la ánfora

Un viejo submarinista sin familia y apenas amigos, cansado de bucear en los mismos lugares de siempre y con la rutinaria compañía de su inseparable colega de inversión,decidió una mañana coger sus gafas y su bombona de oxigeno, y sin avisar nadie, sumergirse él solo en la inmensidad del océano.
El anciano submarinista era consciente del peligro que estaba corriendo yaque, como todo submarinista sabe, nunca puedes sumergirte tu solo en el mar ya que sin un compañero a tu lado cualquier pequeño riesgo en el fondo del océano resultará mortal. Pero pese al riesgo quecorría el anciano estaba decidido, sabía que ese día iba a disfrutar en soledad del océano -tener como única compañía al mar es un bellísima sensación-, y además una parte en su interior le decía queese día iba a descubrir algo inmenso, algo muy especial... un tesoro escondido en el fondo del mar.
Curiosamente estaba en lo cierto , tras apenas unos minutos de inversión, a unos 50 metros deprofundidad, vio en la lejanía algo que resaltaba entre el hermoso paisaje marino, algo aún más bello que el propio océano, al acercarse descubrió cual era ese tesoro tan bello, era una ánfora, una reliquiahermosísima del fondo del mar, su belleza le cautivó desde el mismo instante en el que se encontró tan próxima a ella que nunca más pudo olvidarla. Sintió una enorme satisfacción, estabacompletamente feliz y orgulloso ya que la sabiduría propia del océano le había recompensando por la valentía que había demostrado al sumergirse él solo en el mar. Bajo 50 metros de profundidad y rodeadoúnicamente de algún pez solitario, el anciano submarinista se sentía la persona más afortunada del mundo.
De repente recordó que cualquier reliquia, cualquier tesoro encontrado en el fondo del mar es posesióndel Gobierno, ese tesoro que el mismo había encontrado no iba a poder disfrutarlo, iban a robárselo, ya que al tratarse de una ánfora no podía llevársela a su casa y disfrutarla como suya sino que...