Jean itard
Un ministro protector de las ciencias, juzgó que como ser moral podría alcanzar algunas claridades, llevado a Parísdonde se anticiparon esperanzas sobre el niño.
Anciano pobre y respetable, obligado a separarse del muchacho, prometió recogerlo nuevamente si la sociedad resolvía excluirlo.
Personas por surespetable ilustración. Que la ductilidad de los órganos del hombre, como la siguiente capacidad de imitación que lo distingue, han de venirle a menos cuando el trato social llega a faltarle y cuando más seaparte de su edad primera, juzgaban que sería cuestión de pocos meses la educación y auguraban que escucharían de sus labios los secretos de su triste condición.
Los encargados de la instituciónnacional de sordomudos que debían atraer a su seno al niño. Un deber insoslayable. Compartieron las esperanzas de un tratamiento clínico y fue confiado a Jean Itard.
Pinel Médico conocido por sutalento como observador como por la profundidad de sus conocimientos sobre enfermedades de la mente.
En cuanto a sus funciones sensoriales. Sus sentidos en estado de inhibición, que el infeliz sehallaba por debajo de algunas especies zoológicas domésticas: los ojos sin fijeza ni expresión, sin cesar divagaban de un objeto a otro sin detenerse en un uno de ellos, hallándose tan poco ejercitados, tanpoco coordinados con el tacto, que en modo alguno sabían distinguir entre un bulto y una simple pintura, el oído tan insensible a los ruidos más fuertes, como a las melodías, el órgano de la voz...
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