Jefe seattle. cartas

Páginas: 16 (3863 palabras) Publicado: 22 de julio de 2010
"Que el cielo que lloró lágrimas de compasión sobre mi pueblo durante siglos mudos, y que para nosotros luce como inmodificable y eterno, pueda cambiar. Hoy el día está bueno. Puede ser que mañana aparezca cubierto de nubes.
Mis palabras son como las estrellas que nunca cambian. En lo que Seattle diga, puede fundarse el Gran Cacique Washington con tanta certeza como puede hacerlo en el retornodel sol o de las estaciones.
El jefe blanco nos dice que el Gran Cacique Washington nos envía saludos de amistad y buena voluntad. Esto es gentil de su parte, pues sabemos que tiene poca necesidad de nuestra amistad a cambio. Mis gentes son pocas. Parecen árboles dispersos en una planicie barrida por la tormenta. El gran -y yo presumo- buen Cacique Blanco, nos manda decir que quiere comprartierras nuestras pero que desea permitirnos la suficiente para que podamos vivir confortablemente. Sin duda, esto parece justo, y hasta generoso, pues el Hombre Piel Roja ya no tiene derechos que él necesite respetar, y la oferta podría ser sabia, también, pues ya no necesitamos un país tan extenso.
Hubo una época en la que nuestro pueblo cubría la tierra como las ondas con que un mar rizado por elviento cubre su fondo revestido de conchillas, pero esa época pasó hace mucho tiempo, y la grandeza de las tribus no pasa ahora de ser un recuerdo luctoso. No obstentaré ni lamentaré nuestra decadencia, ni haré reproches a mis hermanos carapálidas por acelerarla, pues también nos cabe a nosotros una parte de la culpa.
La juventud es impulsiva. Cuando nuestros jóvenes se enfurecieron por unainjusticia real o imaginaria, y desfiguraron sus rostros con pintura negra, ello denotó que sus corazones son negros, que a menudo son crueles e implacables, y que nuestros ancianos y ancianas no son capaces de refrenarlos. Así ha sido siempre. Así ocurrió cuando el hombre blanco empezó a empujar a nuestros antecesores hacia el Oeste. Pero tengamos la esperanza de que las hostilidades entre nosotros jamásretornen. Tenemos todo para perder y nada para ganar.
Cierto es que la venganza, para nuestros bravos jóvenes, es considerada una victoria, aun al precio de sus propias vidas. Pero los ancianos que permanecen en sus casas en tiempos de guerra, y las ancianas, que tienen hijos para perder, saben mejor la cosa.
Nuestro gran padre, Washington, pues supongo que ahora es también nuestro padre comolo es de vosotros, puesto que George ha mudado sus fronteras hacia el Norte, digo, nos manda decir por su hijo -quien, sin duda, es un gran jefe entre su gente- que si actuamos como él desea, va a protegernos. Sus bravíos ejércitos serán para nosotros un erizado muro de fortaleza, y sus grandes buques de guerra llenarán nuestros puertos para que nuestros antiguos enemigos del Norte, los Simsiams ylos Hydas, no aterroricen más a nuestras mujeres y a nuestros mayores. Entonces, él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos.
¿Pero esto podrá acontecer? Vuestro Dios ama a su pueblo y odia al mío. Envuelve amorosamente con sus poderosos brazos al hombre blanco y lo conduce así como un padre conduce a su hijo pequeño, pero se ha olvidado de sus hijos de piel roja. Cada día hace que supueblo se vuelva más fuerte y muy pronto ellos llenarán la tierra, mientras la marea de mi gente retrocede a gran velocidad, y nunca refluirá de nuevo. El Dios del hombre blanco no puede amar a sus hijos pieles rojas, pues si no los protegería. Parecen ser como huérfanos y no tienen hacia donde procurar auxilio. Entonces, ¿cómo es que podemos ser hermanos? ¿Cómo puede vuestro padre volverse nuestropadre y traernos prosperidad y estimular en nosotros sueños de una grandeza que regresa?
A nosotros, vuestro Dios nos parece parcial. El advino para el hombre blanco. Jamás Lo vimos: nunca siquiera escuchamos Su voz. Él le dio leyes al hombre blanco pero no tuvo palabra alguna para sus hijos pieles rojas cuyos rebosantes millones llenaban este vasto continente así como las estrellas llenan el...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Carta Jefe Seattle
  • carta del jefe seattle
  • carta del jefe de seattle
  • Carta jefe seattle
  • Analisis de la carta del jefe seattle
  • Carta del Gran Jefe Seattle
  • carta del jefe seattle
  • Carta del Jefe Seattle al

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS