Jeffrey wigand

Jeffrey Wigand

Jeffrey Wigand nació y creció en una familia católica romana en el Bronx y luego en Pleasant Valley, Nueva York. Después de un corto tiempo como militar (incluyendo una corta asignación a Vietnam) obtuvo un Máster y un PhD en "The State University of New York", en Buffalo. Conoció a su primera esposa, Linda, en 1970 mientras atendía a clases de judo. Al poco tiempo de sumatrimonio, Linda desarrollo una esclerosis múltiple. Se divorciaron.
Antes de trabajar en "Brown and Williamson" Wigand trabajó en varias compañías relacionadas con la salud, incluyendo Pfizer y Johnson & Johnson. Además fue contratado como gerente general y director de marketing de Union Carbide en Japón y como vice presidente senior en Technicon Instruments. Conoció a su segunda esposa, Lucretia, en1983 o a principios de 1984, cuando era presidente interino de una compañía de arranque en Stamford, CT. Ella era una vendedora de la compañía para la zona DC e indirectamente trabajaba para él. No comenzaron a salir juntos hasta 1985 cuando él ya no trabajaba para la comapñía y después de que ella la invitase a acudir a la reunión de la American Association for Clinical Chemistry (AACC) en DCdonde ella vivía. Se casaron en enero de 1986.
Wigand comenzó a trabajar para "Brown and Williamson Tobacco Corporation" en enero de 1989 y el 24 de mayo de 1993 fue despedido. Luego de este evento rompió un acuerdo de confidencialidad con B&W quienes sistematicamente fueron destruyendo su vida personal. Un año y medio después Wigand comenzó a trabajar como profesor de química y japonés en elinstituto de secundaria "duPont Manual Magnet" de Louisville, Kentucky y fue nombrado Maestro del Año del estado de Kentucky. Alrededor de 1995 o 1996 Wigand y su segunda esposa se divorciaron.
Actualmente reside en Mt. Pleasant, Míchigan. Antes de trasladarse allí vivió en Carolina del Sur durante un tiempo. Da conferencias por todo el mundo, como testigo experto y asesor en diversos asuntosrelacionados con el tabaco, así como a su organización no gubernamental, SMOKE-FREE KIDS, Inc., para ayudar a los niños de todas las edades a tomar decisiones saludables en relación con el consumo de tabaco.

Declaración del Dr. ante el Subcomité de Protección de la Fuerza Obrera MAYO 15, 2007
Chairman Lynn Woolsey and distinguished Members of the Subcommittee: Thank you for providing me with theopportunity to appear before you, as you seek to strengthen protections for federal whistleblowers. I’m here today at your invitation to describe a rather extreme version of what can happen to a worker in the private sector who tries to serve the public interest and his personal moral conscience; but instead runs afoul of corporate retaliation of the most vicious and pervasive kind.
My name isJeffrey Wigand. You may know me better as the central character of the Hollywood movie, “The Insider”, which documented for millions of American viewers the unremitting, inhumanly cruel, and soul-wrenching daily pressure that can be brought to bear against a whistleblower whose truth-telling comes at the highest possible personal price. Nineteen years ago, I began living the American dream. After aquarter century as a senior executive in the medical and health care industries, working for Fortune 50 firms, I secured a senior executive position that I regarded as the apex of my ambitions; the post of research executive and vice president of one of the largest tobacco companies in the world.
My employer, Brown and Williamson, recruited me with the promise that they intended to use myscientific expertise in biochemistry to engineer a so-called “safer” cigarette. Naively, I believed their cover story and accepted an executive job which at one point paid $300,000 and afforded a first-class lifestyle in Kentucky for me, my wife, and two young daughters. However, I soon came to discover that my trust had been badly misplaced. B&W didn’t want a safer cigarette.
Instead, I lived in a...