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Un caso similar sucede en el horizonte de la gráfica superior: la diferencia de días entre los pasos cenitales es de 73 días; otros 73 días yel Sol aparece en el sinclinal visual entre el Popocatépetl y el Pico Sahagún; 73 días más y estamos en el solsticio de invierno y así regresamos al sinclinal, para retornar al primer paso cenitaldel 16 de mayo.
Estos son los juegos de los números y las posibilidades que demuestran que el recinto El Mirador fue elegido con sumo cuidado para tener cierta coincidencia de conceptos calendáricos,astronómicos y rituales, donde el valor «73» hace conmensurables los ciclos sinódicos de Venus con el año solar de 365 días. Aún queda por investigar la combinación de los fenómenos solares con losestelares, particularmente con el orto heliaco de constelaciones o estrellas cuando éstas anunciaban el primer paso del Sol por el cenit o durante el equinoccio con Orión y con las Pléyades para elsolsticio de verano, así como el periodo sinódico de la Luna como un tiempo recurrente que es inalterable y que sin duda tuvo sus equivalentes en la vida cotidiana.
La observación del primer paso del...
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