Jeremias
José Luis Elorza
“Hay lugares de nuestro corazón donde tiene
que entrar el dolor para que existan”
(Leon Bloy)
- Jeremías, ¿por qué ha resultado siempre el profeta más fascinante y cautivador?
- ¿Por qué sintonizamos con él y nos sentimos en su pellejo?
- ¿Por qué se enfrentó a todos, incluido Dios?
1. El profeta más fascinante
Jeremíasnos es el profeta mejor conocido, gracias a los datos biográficos que nos ha
transmitido un testigo suyo, quizá Baruc, el que fuera su confidente y compañero de fatigas, y
gracias sobre todo a sus célebres "confesiones de Jeremías". En éstas y otras páginas similares de su
libro, Jeremías nos comunica experiencias y sentimientos muy personales, presentándosenos como
una personalidad de marcadoscontrastes: debilidad y fortaleza, temores y dudas, lamentos y gozos,
rebeldía contra Dios y fe suplicante en Él, su oración entre confiada y rebelde, pasión por Dios y
pasión por los seres humanos, seguridad y crisis hondas, llanto y lamentación hasta la congoja,
cariño que interpela y juicio implacable contra toda mentira e injusticia, intimidad personal y
pertenencia a la sociedad, miradapreocupada al presente y capacidad de esperanza en situaciones
límite... ¡Hondura de persona y riqueza de vida! ¡Un profeta que se expresa y se retrata a sí mismo
en sus palabras, abriéndonos una ventana a su interior! ¡Un profeta que vivió y sintió de todo en su
corazón a lo largo de unos 40 años! Por su sincero acento humano, es el profeta que más conmueve,
atrae y fascina. "Una de laspersonalidades más sugestivas del Antiguo Testamento", dirá L. Alonso
Schökel. Habría que compararlo con otros profetas de talla, como Moisés, Elías, Oseas (su primo
hermano espiritualmente), Isaías, Jesús, Pablo...: a cada uno le tocó vivir y actuar en un tiempo
concreto, cada uno tuvo su sello personal.
Nacido hacia el año 650 en Anatot, aldea a pocos kms. de Jerusalén, el año 627 se sienteirresistiblemente llamado por Dios, joven aún, a ser profeta. "Te escogí y te destiné a ser profeta de
naciones (Jer 1,4-10). Como a Moisés (Ex 4), le invade el pavor ante una misión que la intuye
inmensamente arriesgada por los tiempos que se avecinaban: “Yo dije: ¡Ah, Señor, mira que no sé
hablar, no paso de ser un muchacho”. Como diciendo: no valgo, soy joven, no tengo autoridad
moral ante elpueblo; ¿cómo ser portador de la palabra ante una sociedad alérgica a la misma? Pero
Dios: "No digas: soy un muchacho; adonde Yo te envíe, irás; lo que Yo te mande, lo dirás al pueblo.
No les tengas miedo: Yo estoy contigo...”. Jeremías calla y acepta. Dios ha vencido sus miedos y
resistencias y. Se reconoce formado y querido por Dios “desde el seno materno”, fortalecido como
una “muralla debronce”. Desde ahora hay un nuevo Jeremías más fuerte que Jeremías. No es
profeta por su propia cuenta, riesgo y ganas; la iniciativa ha sido de Dios. Pero en adelante se
experimenta profeta desde sus propias entrañas, entrañas donde le ha entrado Dios y le ha
"agarrado" por dentro para su tarea, como un siglo antes a Amós (Am 7,10-17).
Jeremías no será reconocido como profeta por su pueblo. Porello, necesitó escribir este primer capítulo de su
libro (Jer 1) como página de justificación: no es profeta de profesión o de casta (como los había), ni por propia
iniciativa y voluntad, sino por llamada de Dios. No puede olvidar ni apagar lo vivido en temprana edad, la
experiencia personal del Dios que llama y envía (algo peculiar del Dios de Israel). Sólo desde la misma podrá
legitimartanto su ser profeta como su mensaje profético: ambos constituían su gran problema ante el pueblo y fuente
de profundos malestares personales.
No olvidará este primer encuentro con su Dios, decisivo para él. Dios le ha introducido en su propio corazón
para enviarle a su pueblo. En adelante, su vida será un diálogo con su Dios, con los seres humanos y consigo mismo.
Diálogo gozoso unas veces,...
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