Jesús, maestro de la emoción
Jesucristo tenía una personalidad humana, pero sus palabras y los relatos acerca de él sugieren que no era cualquier personalidad, sino una bastante extraordinaria, era un “maestro” enel manejo de sus emociones.
A lo largo de la historia, en todos los ámbitos, la humanidad ha visto surgir a grandes personalidades. Personas talentosas, inteligentes, carismáticas y con una granhabilidad para influenciar a los demás. Sin embargo, al mirar más profundamente en sus vidas personales, se ha encontrado que muchas sufrían grandes trastornos y se manejaban de una forma totalmentecaótica; comportamientos que los llevaron, en muchos casos, a una total autodestrucción y los condenaron a pasar sus últimos días de vida en soledad.
Esto sucede cuando el ser humano, sensible como es alos cambios externos, recibe estímulos que desencadenan en él todo tipo de emociones, las cuales, al no manejarlas correctamente, pueden llegar a ser mortales para su espíritu.
Jesús parecíaposeer todas las cualidades positivas antes mencionadas, además de ser tierno, alegre, tranquilo y estable… es lógico preguntarse cómo una persona “cualquiera” puede seguir su ejemplo. Así, un gran númerode estudiosos han analizado los indicios que nos hablan de qué tipo de personalidad proyectaba, observando con detenimiento los relatos acerca de sus acciones, y qué decían éstas acerca del manejo quetenía de su mundo interior.
Primero, se pone en evidencia que Jesús era dueño de una excepcional humildad. No le gustaba que lo reverenciaran, pues el sabía que la gloria puede enloquecer alespíritu humano, haciéndole sentir superior a los demás, y construyendo su autoestima sobre los frágiles pilares de la fama. En cambio, le huía a los aplausos de manera sistemática, pues su firme...
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