Jesús
Él quiere sanarte de las cosas de tu pasado con las que pudieras estar luchando. Estáinteresado en tus retos actuales. Él quiere llorar contigo cuando estás abatido y regocijarse contigo en todas tus victorias.
Jesús es el amor y la ternura personificados. Él es ternura y fuerzaenvueltas en uno. Él es mansedumbre y majestad, virilidad y deidad.
Como ves, a veces, cuando tratamos de ser firmes y fuertes, arrasamos los sentimientos de las personas y terminamos hiriéndolas connuestras palabras. Cuando tratamos de ser tiernos, tenemos una sobredosis de bondad hasta terminar siendo aprovechados por otros.
Desviémonos de nosotros mismos y miremos a Jesús.
Él pudo forzar severamentea un grupo de fariseos intrigantes a dar marcha atrás en una instancia, desafiándolos y diciendo: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (Juan 8:7). Enel siguiente momento, ese mismo Jesús pudo mirar directamente a los ojos a una quebrantada mujer sorprendida en adulterio, y con compasión resonando profundamente en su voz, preguntarle: “Mujer,¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ni yo te condeno; vete y no peques más” (Juan 8:10-11).
¡Ese es nuestro Dios!
En un momento, un Jesús cansado podía estar profundamente dormido en labarca de un pescador barrida por el viento, ajeno a las turbulentas aguas de Galilea estrellándose contra la desventurada embarcación. Pero en el momento siguiente, puedes verlo mirando sin pestañeara las olas que azotaban, sus brazos de carpintero bien formados elevados al cielo.
Con su sola declaración de autoridad absoluta sobre el cielo y la tierra, las olas se sometieron y se calmaron...
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