Jesucristo Conocia El Corazon Del Hombre
Pero, a diferencia de los filósofos, de los políticos, de los sociólogos y de tantos otros personajes que se llaman a sí mismos "pensadores", o quequieren pasar como "bienhechores de la humanidad" -y que tantas veces tienen una visión bastante miope y achatada de las cosas- nuestro Señor nos indicó un camino seguro, aunque arduo, para alcanzarla felicidad: el Sermón de la montaña. Abre su discurso con las "bienaventuranzas", la solemne proclamación del proyecto de felicidad que Él nos traía.
"Bienaventurados los pobres de espíritu, porquede ellos es el Reino de los cielos". Cristo proclama dichosos a los pobres, a los mansos, a los que lloran, a los que sufren, a los pacíficos y a los misericordiosos, a los limpios de corazón, a losque tienen hambre y sed de justicia, y, en fin, a los que padecen persecución por Su causa. Es un programa desconcertante y en radical oposición a lo que nuestros políticos nos ofrecen a diario,deseosos de aplausos y amantes de halagos y de la aprobación popular.
Nos hemos acostumbrado a pensar que la felicidad se encuentra en el placer, en el poder, en la riqueza, en los lujos y vanidades, enla honra o en la concesión a nuestro cuerpo de todos los goces posibles.
Sin embargo, Cristo nos asegura que la verdadera alegría la encontraremos en la pobreza, en la humildad, en la bondad, en lapureza del corazón y en la paciencia ante el sufrimiento. ¡De veras que el Señor va siempre a contrapelo de la mentalidad mundana! Por eso hay tan pocos que lo entienden, lo aceptan y lo siguen. Peroes esto lo que da la auténtica paz al corazón. Y lo que transforma al mundo.
Son dichosos no los que no tienen nada, sino los que no tienen su corazón apegado a nada, a ningún bien de esta tierra....
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