Jesuitas
El principal argumento que figuraba enel decreto de Carlos III para expulsar a los jesuitas era la de promover el desorden público. Y es que la gran labor social llevada a cabo por los jesuitas, que tenía comobase las ideas de la Contrarreforma, les hacía estar cerca del pueblo pero también de la nobleza, y ese amplio ámbito de acción, unido a su consideración de la primacía delpoder espiritual sobre el temporal, molestaba enormemente a un gobierno de sus características. De hecho, se pretendía borrar de la memoria de la gente a la Compañía. Así,se prohibió cualquier tipo de correspondencia con jesuitas, la objeción al decreto o dar a conocer públicamente la opinión, tanto positiva como negativa, de tales religiosos.El citado no podía ser un motivo suficiente para la abolición canónica de la Compañía, desconcierto favorecido por el silencio que caracterizó la expulsión.
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