jesus y la etica del reino

INTRUDUCCION

La ética del Nuevo Testamento se entronca con una tradición de reflexión moral que comenzó con el anuncio de que el Dios de Abraham y de Moisés levantó de entre los muertos a Jesús nazareno crucificado. Esas buenas noticias se celebraron como la justificación de Jesús y de su mensaje, como la manifestación del poder y propósito divinos, y como garantía del maravilloso futuroque Dios ofrece. La resurrección fue motivo de gran gozo, y fundamento de una exhortación: vivir a la luz de la historia de Jesús y conforme a la promesa de la soberanía universal de Dios, adoptando una conducta, un carácter y una vida común “digna del Evangelio de Cristo” (Fil. 1.27)
Jesús y la ética del reino.
La resurrección fue la vindicación de Jesús y su mensaje. El vino a predicar que “elreino de Dios se ha acercado” (Mr. 1:15). Frente al telón de fondo de las expectativas apocalípticas del primer siglo, el reino de Dios no es un orden social ideal cuya venida sea dependiente del esfuerzo moral humano, ni meramente la soberanía de Dios que obra en la misteriosa esfera del alma. Se trata de la soberanía divina futura e indiscutible, y en última instancia sólo depende del poder deDios, capaz de destruir el mundo o de regenerarlo.
Jesús nunca dijo que el reino dependiese de la moral humana, ni redujo su alcance a la entrega mística, piadosa o existencial de un corazón humano a Dios. Sin embargo, a Jesús no le interesaba (como si fuera un vidente (apocalíptico) descubrir la época exacta y calcular los tiempos ; rechazó tal especulación y cálculo (Mr. 13:32; Lc. 17:20). Elsimplemente anunció que el reino estaba cerca, haciendo sentir su poder en sus obras y sus palabras, y llamando al arrepentimiento, a una vuelta radical y gozosa a Dios. Superando el determinismo pesimista del apocalipticismo, sus llamados a velar esperando el reino y a orar pidiendo su llegada van unidos a llamados al arrepentimiento, a dar la bienvenida al reino como si ya estuvierapresente, y a conformar el carácter y la conducta en anticipación al maravillo futuro prometido por Dios; esto debía hacerse como respuesta a las maneras en que ese futuro estaba desvelando ya su poder en la persona de Cristo.
Jesús también trascendió los sueños nacionalistas de los videntes, que esperaban la venganza del Israel contra las naciones. En la gran inversión que caracteriza el futopreparado por Dios, sus bendiciones no recaerían sobre Israel, sino sobre aquellos de sus miembros que, convencionalmente, eran considerados los menos dignos de recibirlas: los pobres, las mujeres, los niños y los pecadores. El anuncio de semejante futuro se capturó en axiomas tales como “Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros” (Mr. 10:31; Mt. 19:30; Lc. 13:30; cf. 20;8). Elllamamiento a dar la bienvenida a este futuro, a arrepentirse en su presencia, queda plasmado en mandamientos como “Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos (Mr. +9:35, cf. 10:44)
Esta es la forma escatológica que adoptó la ética de Jesús. Dar la bienvenida, aquí y ahora, a un futuro ya señalado por la presencia de Jesús entre ellos “Como el que sirve” (Lc.22:27; cf. Mt. 20:28; Mr. 10:45; Jn. 13:2-17), implicaba estar listo para servir entonces y allí, y con toda humildad (p.ej., Mr. 10:44). Deleitarse en un reino venidero en el que los obres reciben bendición significaba despegarse, desde ese momento de las riquezas (Mt. 6:25, 31,34; Lc. 12:22). Arrepentirse ante un reino que pertenece a los niños (Mr. 10:14), ya que está introducido mediante laconversación abierta de Jesús con las mujeres (p.ej., Mr. 7:24-30; Jn. 4:1-26), conllevaba de inmediato, escapar de los lproto9colos convencionales del poder e interesarse por los niños, tratando a las mujeres como agentes, y perdonando a los pecadores.
Aquí radicaba, también la urgencia escatológica de la ética de Jesús, porque mientras que las decisiones humanas siguieron siendo decisiones...