Jesus
“Entrad en vuestro templo, dentro de vuestro corazón; iluminadlo con vuestros pensamientos, con la paciencia y con la inquebrantable confianza que debéis tener en vuestro padre”. Del libro La vida secreta de Jesús,( Issa para los tibetanos) a su paso por el Tibet en su juventud, autor Nicolai Notovich.
Marco Histórico.
Las fuentes no cristianas
La existencia histórica de Jesúsestá documentada por algunos textos de la historiografía romana: Tácito, Annales 15,44; Suetonio, Vita Claudii 25,4; Plinio el Joven, Epístola 10,96; Flavio Josefo, Antiquitates judaicae 18,3 y 20,9. Recordemos las más importantes:
Tácito, el mayor de los historiadores romanos. Escribe los Annales hacia el 115. Habla del incendio de Roma (año 64) que provocó Nerón y del que inculpó a la secta de loscristianos. Al presentar a los cristianos informa de Cristo: Aquel de quien tomaban nombre, Cristo, había sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato; la execrable superstición, momentáneamente reprimida, irrumpía de nuevo no sólo por Judea, origen del mal, sino también por Roma, lugar en el que de todas partes confluyen y donde se celebran toda clase de atrocidades yvergüenzas. El juicio sobre los cristianos es despiadado, pese a no considerarlos culpables del incendio; pero se aportan datos preciosísimos sobre la muerte de Cristo.
Flavio Josefo, historiador romano de raza hebrea, abandonó a su pueblo durante el asedio de Jerusalem (año 7O) y se pasó al lado de los sitiadores. En el 93 escribió Antiquitates judaicae. Hablando de Poncio Pilato, que fueprocurador de Judea del 26 al 36 d. C., dedica un pasaje bastante largo a la figura y obra de Jesús. El texto, conocido comúnmente con el nombre de Testimonium flavianum, ha sido objeto de discusión por la presencia en él de algunas afirmaciones de patente inspiración cristiana, incompatibles, por tanto, con la fe religiosa del escritor hebreo. Son éstas: Éste era el Cristo (el Mesías)... Apareciónuevamente vivo después del tercer día, tal como habían prometido los profetas... En 1971, Salomón Pines, profesor de la Universidad hebrea de Jerusalén, después de descubrir la cita del famoso párrafo sobre Jesús (pero sin los retoques sospechosos) en un manuscrito de un cronista árabe del siglo XI, muestra la autenticidad flaviana del texto, reconociendo la existencia de algunos retoques que le dansentido cristiano. El texto auténtico quedaría así:
En aquel tiempo apareció un tal Jesús, hombre sabio, si es que puede llamársele hombre: era efectivamente autor de obras prodigiosas, el maestro de los hombres que reciben la verdad con alegría, e indujo a muchos entre los judíos y también entre los griegos (a ser sus discípulos). Se pensaba que fuera el Mesías; pero no lo era, a juicio denuestros jefes. Por todo esto, Pilato lo crucificó y lo hizo morir. Los discípulos que antes lo habían amado no cesaron de proclamar que se les había aparecido al tercer día de la muerte nuevamente vivo. Los profetas divinos atestiguaron y predijeron estas cosas y miles de otras maravillas de él. Hasta ahora, el grupo de los cristianos, así llamados por su causa, no ha desaparecido todavía.
Según estareconstrucción, el texto de Flavio Josefo afirma no que Jesús era el Mesías, sino que algunos lo consideraban así; y la convicción de que hubiera resucitado es atribuida a los discípulos de Jesús. No presenta, además, dificultad la proposición hipotética si es que puede llamársele hombre; el mundo helenista grecorromano, al que Josefo intenta imitar en sus escritos, ve en los magos y en lostaumaturgos seres divinos. Este es, pues, el testimonio más antiguo no cristiano sobre Cristo.
La verdad es que los que han negado la existencia histórica de Jesús han sido rarísimos en la historia de la cultura: Dupuis, Bauer, Couchoud, Drews, a los que se les puede añadir como epílogo tardío la historiografía soviética. Pero el problema hoy a nivel científico es implanteable.
A este propósito dice...
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