jghj
Eso tan sólo en lo que respecta al siglo XIX y los primeros dos tercios del pasado siglo, porque Humberto Musacchio yerra con más negligencia aún al emprender el apresurado e indiscriminado recuento de las publicacionesculturales que surgieron entre la década de los sesenta y los primeros años del nuevo siglo (la mayoría de ellas circunscritas a la Ciudad de México). En esta parte las ausencias son también notorias e inexplicables, tanto por la relevancia desmedida que le concede a publicaciones intrascendentes y la fugaz mención de otras que ameritan un examen detenido. ¿Se deben estas fallas a la desidia, a laignorancia o a la incapacidad profesional? Ya Musacchio había cometido errores similares al destacar a dudosos personajes y desechar a otros con trayectorias y aportaciones destacadas en los tres tomos de sus Milenios de México [Hoja Casa Editorial, 1999], al igual que en su Quién es quién en la política mexicana [Plaza y Janés, 2002], donde no aparecen políticos o funcionarios como Germán Martínez;se omiten datos relevantes de la trayectoria de algunos, hay nombres sin fecha de nacimiento (muestra de que no se investiga cuando es necesario hacerlo), y la inclusión de ciertos personajes contradice la intención declarada en el prólogo de limitar la obra a los políticos que “buscan el poder en México”, dejando fuera a académicos que “únicamente han hecho carrera en instituciones educativas” ya “extranjeros que residen entre nosotros”, aunque se dediquen a la grilla. Desde luego, esto también excluye a los muertos, así, ¿qué hacen en esas páginas Carlos Castillo Peraza (fallecido en 2000) y Manuel Muñoz Rocha (desaparecido en 1994), René Drucker (fisiólogo que no ha salido de la UNAM) o Rosario Marín (mexicana naturalizada estadounidense desde joven y nombrada tesorera de EstadosUnidos en 2001)? ¡Hasta aparece ahí un beisbolista gringo que vino a México en los cuarenta porque la liga de su país no permitía jugadores negros: Burnis “Wild Bill” Wright!
Manuel Aceves.
En la Historia del periodismo cultural en México [Conaculta, 2007] Humberto Musacchio alude a las razones y circunstancias en que naufragaron algunas publicaciones, como La Piedra Rodante, editada por ManuelAceves, que cerró porque “desde la prensa más conservadora se lanzaban grandes cantidades de agua bendita hasta que la ahogaron ante el beneplácito del gobierno”, pero no menciona el autor el papel decisivo que tuvo en ese penoso episodio el escritor Carlos Monsiváis, asustado por el concierto de Avándaro, de la mano del periodista y fiero diputado priista Roberto Blanco Moheno, como también omite...
Regístrate para leer el documento completo.