jhonsitop
Páginas: 4 (788 palabras)
Publicado: 17 de octubre de 2014
y otro. Luego prosiguió con melancolía aún mayor.
²El desánimo, el gran corruptor, se apoderó de mi espíritu aloír estas palabras. No
obstante, yendo un día a visitar a mi buen amigo Salem Nasair, el mercader, oí
elogiosas referencias sobre el nuevo calculador persa que había llegado a Bagdad. Me
habló delepisodio de los ocho panes. El caso, narrado con todo detalle, me
impresionó profundamente. Procuré conocer el calculador de los ocho panes y fui a
esperarle especialmente a casa del visir Maluf. Yquedé asombrado ante la original
solución dada al problema de los 257 camellos, reducidos al final a 256. ¿Te
acuerdas?
Y el jeque Iezud, alzando el rostro y mirando solemnemente al calculador,añadió:
²¿Serés capaz, ¡oh hermano de los árabes!, de enseñar los artificios del Cálculo a mi
hija Telassim? Te pagaré por las lecciones el precio que me pidas. Y podrás, como
hasta ahora, seguirejerciendo el cargo de secretario del visir Maluf.
²¡Oh jeque generoso!, replicó prontamente Beremiz. No veo motivo para dejar de
atender a su honrosa invitación. En pocos meses podré enseñar a su hijatodas las
operaciones algebraicas y los secretos de la Geometría. Se equivocan doblemente los
filósofos cuando creen medir con unidades negativas la capacidad intelectual de la
mujer. Lainteligencia femenina, cuando se halla bien orientada, puede acoger con
incomparable perfección las bellezas y secretos de la ciencia. Fácil tarea sería
desmentir los conceptos injustos formulados por eldaroes. Los historiadores citan
varios ejemplos de mujeres que destacaron en el cultivo de la Matemáticas. En
Alejandría, por ejemplo, vivió Hiparía, que enseñó la ciencia del Cálculo a centenares
depersonas, comentó las obras de Diáfano, analizó los dificilísimos trabajos de
Apólonio y rectificó todas las tablas astronómicas entonces empleadas. No hay
motivo para incertidumbre o temor, ¡oh...
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