jiji
De última habrá que recurrir a los olfatos electrónicos que se están desarrollando, que por ahora sirven sobre todo para controlar la madurez de la fruta o la frescura del pescado.
Aunquedifícilmente lleguen a tener eso que reclama Elizabeth Costello, aquella escritora de la novela homónima de J. M. Coetzee: "¿A qué huele el mal? ¿A azufre? ¿A pedernal? ¿A Zyklon B? ¿O acaso el mal seha vuelto incoloro e inodoro, como la mayoría del mundo moral?" (p. 175) "La banalidad del mal. ¿Es esa la razón de que ya no haya olores ni auras?" (p. 182) ¿Habremos perdido esa capacidad dediscernir inuitivamente lo bueno de lo malo? No creo. No obstante, tal vez tengamos, para algunos malos olores, la nariz insensibilizada, por saturación.
Según un estudio del Hospital Clínic de Barcelonay el Hospital Municipal de Badalona, las mujeres tienen mejor olfato que los hombres. Otros trabajos muestran que también son más intuitivas de los estados de ánimo de los demás.
En la medida enque no compartan la actitud que, según algunos, es más propia de los varones (para quienes tiende a ser real solo lo que se puede ver y tocar, controlar, dominar) hasta puede ser que tengan mejor olfatopara lo sagrado, en cuanto Dios no es manipulable, pero se puede percibir en lo cotidiano. El olfato se convierte en una metáfora de la capacidad de vivir esa dimensión humana, el cuerpo, pero nosolo en su aspecto visible, exterior, sino vivido interiormente, carne invisible, sufriente y deseante (cf. Michel Henry). Intuición necesaria para una inteligencia sintiente, punto de partida dedecisiones verdaderamente humanas.
Diferente al mero Logos abstracto de parte de la filosofía griega, o a la razón Ilustrada. Estos tiempos nos invitan a todos a complementar mejor esas capacidades.
Nose trata solo de percibir, sino también de ser y actuar. El personaje principal de El perfume posee un prodigioso sentido del olfato. Pero para elaborar una fragancia irresistible no duda en matar...
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