Jim hougan - el último merovingio

Páginas: 501 (125051 palabras) Publicado: 30 de enero de 2012
EL ULTIMO MEROVINGIO
Jim Hougan

Los acontecimientos parecen estar ordenados siguiendo una lógica amenazadora. Thomas Pynchon, V.

PRÓLOGO 2 de mayo de 1945 Norte de Italia El comandante Angleton planeaba bajo un cielo sin luna por encima de Sant' Ambrogio, suspendido en el aire de la noche por varias cuerdas de nailon que colgaban de un paracaídas de seda negra. A lo largo de la sierracubierta de bosque que se alzaba so-bre el pueblo veía una línea de fuego, y se preguntó si la causa del incendio habría sido un rayo o los aviones bombarderos. Poco más podía ver, menos aún oír, y lo único que notaba era el viento. Construir la ciudad de Dioce, cuyas terrazas son del color de las estrellas. A medida que iba bajando, percibía el olor a madera quemada procedente de los incendioscercanos, cierto aroma a jacintos y la fragancia de los pinos. Éstos no eran más que siluetas recorta-das contra la oscura ladera de la montaña hasta que, de pronto, se dio cuenta de que iba a caer en medio de ellos, pues se encontró volando de lado sobre la superficie de la montaña. Luego, con un golpe, tocó tierra, avanzó unos pasos dando traspiés y, finalmen-te, se apoyó en los talones, mientrastiraba del paracaídas y lo en-rollaba. El aire a ras del suelo era bastante fresco. El destino del comandante era una villa enorme y casi com-pletamente destruida que se alzaba entre las hileras de casas en ruinas situadas en las laderas, más arriba del lugar donde él ha-bía aterrizado. Una tenue luz amarilla salía por las ventanas de la villa y teñía de oro los viñedos abandonados que la rodeaban.Angleton desenfundó la 45 y echó a andar ladera arriba, hasta que sintió bajo los pies el crujido de la grava y comprendió que había llegado al patio. Lo atravesó, se acercó a una ventana con persiana y miró por entre las lamas. El hombre al cual había ido a buscar, vilipendiado en su patria y odiado en Europa, poeta de talento incalculable y violento azote de los judíos, se encontraba sentado anteuna carcomida mesa de biblioteca 1

rodeada de libros. Escribía a la luz de una lámpara de queroseno en lo que parecía un enorme diario de tapas de piel. A su espalda colgaba torcido un cuadro de Poussin, un maravilloso óleo de pequeño tamaño con un marco barato de madera. Una suave brisa llevó hasta él el aroma de unas glicinias, y el comandante Angleton cayó en la cuenta de que había estadocon-teniendo la respiración desde hacía un rato. La palma de la mano en la que sostenía la pistola estaba húmeda a causa del sudor. Se apartó de la ventana y se encaminó a la puerta de la villa; llenó los pulmones del frío aire de la noche, empujó la puerta y entró. El poeta levantó la vista, asombrado al ver aparecer tan súbitamente ante sí a un hombre armado. Luego fijó los ojos en el rostro delmilitar y el asombro se trocó en incredulidad. de 1945 DE: 15.° Grupo del Ejército División 92 OSS, X-2 PARA: General al mando Zona de operaciones del Mediterráneo FIRMADO: Comandante James J. Angleton El escritor norteamericano EZRA LOOMIS POUND (referencia telegrama del FBI 1723), acusado de traición por el gran jurado, fue capturado por partisanos italianos el 6 de mayo en Sanf Ambrogio.Retenido en el Centro de Entrenamiento Disciplinario de MTO de Estados Unidos. Encarcelamiento pendiente de instruc-ciones según órdenes. Tomadas todas las medidas de seguridad para impedir huida o suicidio. Nada de prensa. Nada de privile-gios. Y nada de interrogatorios.

2

1 13 de diciembre de 1998 Londres Dunphy estaba acurrucado bajo las sábanas, medio despierto, dándole la espalda aClementine. Notaba el frío que reinaba en la habitación, fuera de la cama, y más que ver, intuía la luz gris que apenas se filtraba por las ventanas. No tenía ni idea de la hora que era. Por la mañana temprano. O puede que última hora de la mañana. O tal vez fuera ya por la tarde. En cualquier caso, era sábado. Murmuró algo al respecto de levantarse y se quedó escuchan-do a ver qué le respondía ella....
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