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I. Introducción:
La moral es la regla de conducta que impera pura e inequívocamente ante la conciencia. Debe ser absolutamente válida e imponerse partir de una imperativa interna e incuestionable superior y también tendrá que ser universal.
La relación que existe entre Derecho, Moral y Política es un problema antiguo que ha suscitado numerosos debates. La última relación la ha estudiadopreferentemente la Filosofía Política y la Filosofía Jurídica. En mayor o menor proporción, tanto la Moral como la Política afectan al Derecho. Como consecuencia se puede decir que “la voluntad de la Ciudad debe ser tenida por la voluntad de todos, lo que la Ciudad decreta lo que es justo y bueno, que cada uno deba sumirlo individualmente como tal. Se estima, por tanto, que la Política tendría elderecho de manejar la Moral según lo conveniente, en particular en un periodo de peligro o de situación excepcional. Hay que decir que esta opinión ha sido muy frecuente entre los estudiosos, en concreto y con especial atención a los casos en los que se haya ignorado o rechazado el Derecho natural. La consecuencia de todo esto, será establecer una relación íntima entre la moral y las costumbresterminando por sustituir estas a aquella, de manera que las costumbres o los deseos imponen la moral.
Si se admite la imposibilidad de que la Política se subordine a la Moral, difícilmente se hará posible contenerla y limitarla, sobre todo cuando las referencias teóricas o doctrinales aumenten la confusión. Los más sutiles suponen que es preciso abandonar la distinción desde una perspectiva abstractaentre el Bien y el mal, por la oposición más concreta entre lo que es bueno y lo que es malo.
El problema, percibido como una dimensión que afectaba a la política, plantea la pregunta de que si debía seguir sus propios presupuestos esenciales o no, convirtiéndose en algo tan discutido porque la Moral se la quiere suplantar por la Ética, que a su vez la crea la Política. El Derecho, parece yaenteramente subordinado a la Política. Se ha ido mucho más allá, al quedar la Moral al arbitrio de la voluntad política, sea del gobernante o de la opinión pública, consecuencia de la extensión de la Política por todos los ámbitos de la sociedad.

II. Preámbulos históricos a la doctrina de la Doble moral:
El tema de la Política con relación con la Moral se suele desgajar en infinitud de subtemas, unode ellos es el denominado “doble moral”. Podemos formularlo de esta manera: ¿habría una moral universal válida para la conducta ordinaria de todos los hombres y una moral especial válida para el hombre político? O podemos decirlo de otro modo, ¿los principios y las normas de la moral general serían aplicables a todas las actividades humanas salvo a la actividad política?
Muchas veces se atribuyea Maquiavelo la creación de la teoría de la sobre moral. Pero hay que decir que esta imputación doble es errónea. Para evitar las falsas interpretaciones que puedan surgir es conveniente hacer una breve historia sobre esta cuestión que nos ocupa.
Fue Aristóteles el primero en elaborar teóricamente la doctrina de la doble moral, pero curiosamente a propósito del estatuto del ciudadano y no delpoder. Afirma que no es posible ser un buen ciudadano sin poseer la virtud que pone en práctica un hombre del bien. Por todo ello, su tesis se basa en varios argumentos: la virtud del hombre de bien se reconoce en el hecho de que ella es completa y absoluta. Por otro lado, la virtud cívica es relativa a la variedad de las formas de gobierno. Incluso en una sociedad perfecta, todos los miembrostienen por que ser forzosamente hombres moralmente buenos. La virtud cívica varía en función del papel que toma en la ciudad. Es por esto, que concluye que la educación de los gobernantes debe ser diferente de la de los simples ciudadanos. Los gobernantes deben poner en práctica la mejor de las posibilidades porque ellos han de practicar la virtud de la prudencia, dejado en su obra sobreentendido...