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M
IGUEL
A
LVARADO
B
ORGOÑO
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sociológico y antropológico de primer orden, contextualizado en las determinadas socie-dades y en las diferentes culturas, pero enmarcado en unos parámetrosmás comunes delo que en ocasiones llegamos a reconocer. Y ello también se relaciona, de alguna manera,con los denominados procesos de globalización (para lo bueno y para lo malo) y lastensiones entrela homogeneización y la diferenciación, entre lo global y lo local, en lasposibilidades de la “glocalización”, ¿por qué no?El tercer capítulo hace referencia a la fidelidad al reencantamiento en claraalusión y discusión a (y con) los planteamientos de Max Weber sobre el concepto de desencan-tamiento y la “jaula de hierro” capitalista moderna. Es un nuevo capítulo que se derivadel anterior de unamanera “natural”, poco artificiosa. En este sentido, cabe resaltar lagran destreza del autor para ir desgranando página tras página, capítulo tras capítulo, susargumentos de una manera muy bienorganizada, más que lineal, elíptica. En este sen-tido, desarrolla la relación entre valores y educación. Estamos con una pregunta crucial:¿en qué valores educamos? El autor, en principio, parece situarseentre las aportacionescríticas que se vierten desde el postmodernismo, aunque también va más allá, para noquedarse en un posible relativismo que pudiera resultar estéril en la acción. Incluso,yendo másallá de lo que el propio autor escribe
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, podemos entrever argumentos váli-dos para la denominada Educación Intercultural Bilingüe, que en el caso chileno (y enotros de América Latina y del mundo,en general), vertebran posiciones iniciales demulticulturalismo con la proyección intercultural de una identidad proyecto que faciliteuna mayor cohesión social. El Dr. Miguel Alvarado sí nos habla, eneste apartado, delacalorado debate entre Rorty y Geertz sobre el carácter universal o relativo de los valores.Nos advierte de la posible sorpresa que pueda causar el hecho de que el filósofo...