jjjjjjjjjjjjjjj
Como en el caso de la historia cultural, lo político o, simplemente, la historia política, no alude actualmente a un campo autónomode la realidad social diferente, por ejemplo, de lo social, lo económico o lo cultural, sino que refiere a una dimensión de las prácticas humanas que son inseparables de las demás. Así como locultural alude a la dimensión simbólica de toda experiencia humana, lo político remite hoy al estudio del conjunto de la vida social como forma específica de relación y comunicación que tiene comopreocupación central el problema del poder en su dimensión pública. Esta concepción naturalmente incluye aquello que era el eje de la historia política tradicional, es decir, el estudio de las instituciones delsistema político, pero las supera a través de la exploración de la acción política, de las relaciones sociales de poder y de las configuraciones sociales que las sustentan.
Mal podría tratarseentonces –como se ha sostenido– de un retorno a la vieja historia política. Se trata mejor de una profunda reconfiguración del campo a tono con los cambios más generales de la historiografíacontemporánea.
Un grupo de trabajos diseñados en el clima político de los primeros ochenta abordó un tema clásico, el de la nación, pero lo hizo desde perspectivas antigenealógicas. Mientras que las...
Regístrate para leer el documento completo.