Joel james y la cultura caribeña
Páginas: 25 (6178 palabras)
Publicado: 21 de octubre de 2009
Título: Joel James y la cultura caribeña.
Autor: Osvaldo Barrios Montes.
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La obra científica de Joel James Figarola (1942-2006) todavía es un tesoro por descubrir para la cultura cubana y caribeña en toda su alcance y significación[1]; ello no sólo obedece a su carácter reciente, también pesan factores asociados conla propia naturaleza ideológicamente radical que le es inherente, donde otorga protagonismo a los sectores sociales tradicionalmente oprimidos y olvidados, un protagonismo que rebasa al objeto para ubicarse en el centro de la historia y la cultura actual de nuestra región. En estas páginas establecemos un contrapunteo con algunas de las ideas que sostuvo alrededor de la cultura caribeña, un temaque pudiera considerarse aglutinador de sus preocupaciones acerca de la historia y la cultura cubana, que incluye la cultura popular tradicional en sus variadas manifestaciones con énfasis en los sistemas mágico religiosos, fundamentalmente. En este sentido, una valoración crítica en torno a sus textos es un modo de enaltecerlos y justipreciarlos congruente con su modo de ver la vida y la ciencia.Para la mayoría de los cientistas sociales el Caribe es una incógnita bastante difícil de dilucidar. Una mirada interesante a la problemática de su “aparente desasimiento teórico”, la encontramos en James Figarola cuando propone que esto se debe a su condición de resumen del mundo y a nuestra manera particular de entender las cosas a partir de tal condición, derivándose la necesidad de unposicionamiento desde su interior, desde su heterogeneidad, complejidad y polémica amplitud, al margen de los tradicionales enfoques importados del «Primer Mundo»[2] .
Particularmente en Cuba, los acercamientos al estudio de la cultura caribeña se han visto desplazados por una pertenencia identitaria que también nos abarca, Améríca Latina, a partir de varios elementos comunes entre los que sobresalela lengua española. Hemos mirado más hacia la región continental -y con esta perspectiva- que hacia el Caribe. Publicaciones sobre el Caribe, desde la óptica histórica y cultural, no abundan en Cuba[3], mayor suerte ha tenido el tópico de corte artístico y literario, incluso con aproximaciones a la problemática identitaria de esta parte singular del planeta[4]. Una pista para entender estalimitada atención de los estudiosos se infiere de la propia lógica de James cuando al analizar el proceso formativo de la cultura cubana enumera los “ocultamientos” de la burguesía pronorteamericana en los inicios del siglo XX, entre los que incluye la heterogeneidad cultural de las Antillas.[5] Esta zona se presentaba ante el nuevo stablisment como portadora de elementos culturales alejados del modeloideológico y de sociedad que Estados Unidos aspiraba implantar en la Mayor de las Antillas, sobre todo en lo concerniente a la presencia de manifestaciones culturales de origen africano y las luchas por la independencia y la justicia social.
El “ocultamiento" es una estrategia inherente a todo Estado o grupo de poder en aras de construir, reafirmar o reproducir un determinado tipo de ordensocial, con su consiguiente ideología. Es posible pensar que durante los últimos cincuenta años, la cercanía histórico-cultural de nuestros estudios a América Latina, a veces en detrimento de la región Caribe, tenga explicaciones también en el orden del “ocultamiento”; esto no pasa de ser una hipótesis de trabajo que pudiera contener variables tales como la diversidad cultural e idiomática de la regióncaribeña y la variedad de matices en las relaciones políticas y diplomáticas con los Estados, posesiones coloniales y neocolonias, todo ello estrechamente vinculado con la sostenida situación de bloqueo económico y asedio ideológico del imperio norteamericano a todo lo largo de este período.[6] Los esfuerzos de algunos profesores universitarios, de entidades investigativas y de promoción...
Autor: Osvaldo Barrios Montes.
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La obra científica de Joel James Figarola (1942-2006) todavía es un tesoro por descubrir para la cultura cubana y caribeña en toda su alcance y significación[1]; ello no sólo obedece a su carácter reciente, también pesan factores asociados conla propia naturaleza ideológicamente radical que le es inherente, donde otorga protagonismo a los sectores sociales tradicionalmente oprimidos y olvidados, un protagonismo que rebasa al objeto para ubicarse en el centro de la historia y la cultura actual de nuestra región. En estas páginas establecemos un contrapunteo con algunas de las ideas que sostuvo alrededor de la cultura caribeña, un temaque pudiera considerarse aglutinador de sus preocupaciones acerca de la historia y la cultura cubana, que incluye la cultura popular tradicional en sus variadas manifestaciones con énfasis en los sistemas mágico religiosos, fundamentalmente. En este sentido, una valoración crítica en torno a sus textos es un modo de enaltecerlos y justipreciarlos congruente con su modo de ver la vida y la ciencia.Para la mayoría de los cientistas sociales el Caribe es una incógnita bastante difícil de dilucidar. Una mirada interesante a la problemática de su “aparente desasimiento teórico”, la encontramos en James Figarola cuando propone que esto se debe a su condición de resumen del mundo y a nuestra manera particular de entender las cosas a partir de tal condición, derivándose la necesidad de unposicionamiento desde su interior, desde su heterogeneidad, complejidad y polémica amplitud, al margen de los tradicionales enfoques importados del «Primer Mundo»[2] .
Particularmente en Cuba, los acercamientos al estudio de la cultura caribeña se han visto desplazados por una pertenencia identitaria que también nos abarca, Améríca Latina, a partir de varios elementos comunes entre los que sobresalela lengua española. Hemos mirado más hacia la región continental -y con esta perspectiva- que hacia el Caribe. Publicaciones sobre el Caribe, desde la óptica histórica y cultural, no abundan en Cuba[3], mayor suerte ha tenido el tópico de corte artístico y literario, incluso con aproximaciones a la problemática identitaria de esta parte singular del planeta[4]. Una pista para entender estalimitada atención de los estudiosos se infiere de la propia lógica de James cuando al analizar el proceso formativo de la cultura cubana enumera los “ocultamientos” de la burguesía pronorteamericana en los inicios del siglo XX, entre los que incluye la heterogeneidad cultural de las Antillas.[5] Esta zona se presentaba ante el nuevo stablisment como portadora de elementos culturales alejados del modeloideológico y de sociedad que Estados Unidos aspiraba implantar en la Mayor de las Antillas, sobre todo en lo concerniente a la presencia de manifestaciones culturales de origen africano y las luchas por la independencia y la justicia social.
El “ocultamiento" es una estrategia inherente a todo Estado o grupo de poder en aras de construir, reafirmar o reproducir un determinado tipo de ordensocial, con su consiguiente ideología. Es posible pensar que durante los últimos cincuenta años, la cercanía histórico-cultural de nuestros estudios a América Latina, a veces en detrimento de la región Caribe, tenga explicaciones también en el orden del “ocultamiento”; esto no pasa de ser una hipótesis de trabajo que pudiera contener variables tales como la diversidad cultural e idiomática de la regióncaribeña y la variedad de matices en las relaciones políticas y diplomáticas con los Estados, posesiones coloniales y neocolonias, todo ello estrechamente vinculado con la sostenida situación de bloqueo económico y asedio ideológico del imperio norteamericano a todo lo largo de este período.[6] Los esfuerzos de algunos profesores universitarios, de entidades investigativas y de promoción...
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