John Fitzgerald Kennedy: El hombre que lo vio todo
Mundo / En menos de 48 horas, el periodista Hugh Aynesworth presenció la muerte de Kennedy, el arresto de Lee Harvey Oswald y su posterior asesinato por Jack Ruby. Y es, para algunos, quien más sabe del caso en Estados Unidos.
Por Matías Loewy
En su casa de Townsend al 3800, en un tranquilo barrio residencial del noroeste de Dallas,Hugh Aynesworth está a 18 kilómetros y 50 años de distancia del hito que cambió el curso de la historia y también el de su vida. "Estuve en los lugares correctos en los momentos justos", resume el veterano periodista de 82. El viernes 22 de noviembre de 1963, el entonces redactor de ciencia y temas espaciales del Dallas Morning News –el diario de mayor circulación de Texas- era uno de los pocosmiembros de la redacción que no había sido asignado a cubrir la visita de John Fitzgerald Kennedy a Dallas. Sentía que estaba siendo desperdiciado. Sin embargo, decidió presenciar el desfile porque le simpatizaba JFK y porque "no todos los días un presidente venía a la ciudad", tal como recordó en su libro Witness to History (Brown Books, 2013 ). Aynesworth, entonces de 32 años, se retiró del diariopoco antes del mediodía y caminó unas tres cuadras hasta Market y Main, uno de los sitios por donde iba a pasar la caravana. Pero al haber tanta gente amontonada, se desplazó dos cuadras más hasta la esquina sudeste de la Plaza Dealey y luego se unió a unos abogados amigos que divisó en el cruce de Elm y Houston, frente a la cárcel local -contigua al luego tristemente célebre Depósito de LibrosEscolares de Texas-. Había salido el sol y, pese a los temores previos de una atmósfera hostil al mandatario, más de mil personas saludaban jubilosos el paso del Lincoln Continental azul que también transportaba a la Primera Dama, Jackie; al gobernador de Texas, John Connally; y a su esposa Nellie. "No puede decir que Dallas no lo quiere", le dijo Nellie a Kennedy. "No, desde luego", le respondió élcon una sonrisa. El auto hizo un giro de 120 grados, a unos tres metros del sitio donde estaba Aynesworth, y enfiló por Elm rumbo al centro Trade Mart, donde lo esperaba un banquete de campaña. Eran las 12.30. Entonces, recuerda el periodista, escuchó el primer ¡pop!, que primero atribuyó a la explosión del motor de una moto policial de la comitiva. Luego siguieron otros dos sonidos similares enel lapso de seis segundos. Y el trigésimo quinto presidente de Estados Unidos cayó desplomado sobre Jackie, ante los ojos atónitos del reportero.
Ese episodio, solo, hubiera alcanzado para marcar su carrera. Pero Aynesworth no sólo presenció el magnicidio más impactante del siglo XX, sino que, en las siguientes 48 horas, también cubrió y fue testigo privilegiado de los hechos más relevantes quele siguieron: la detención del asesino, Lee Harvey Oswald, en el cine Texas; y su posterior asesinato a manos de Jack Ruby, dueño de un local nocturno de Dallas, el domingo 24. "Fue un poco de instinto periodístico… y mucho de suerte", asegura a Newsweek Argentina el cuatro veces finalista del Premio Pulitzer, ex corresponsal de Newsweek y The Washington Times y periodista del programa 20/20 deABC. Durante una entrevista exclusiva en la que repasa detalles del caso, que nunca dejó de investigar, Aynesworth explica por qué sigue creyendo que Oswald y Ruby fueron asesinos solitarios, recuerda las teorías conspirativas más extrañas, critica la interpretación fílmica de Oliver Stone y reflexiona sobre el legado de JFK.
¿Cuántas veces le pidieron que contara lo que vio ese fin de semanafrenético?
¡Uff! ¡Incontables veces! Hubo una pequeña parte de instinto, pero tuve sobre todo mucha suerte. Yo había arreglado una entrevista con un científico para las tres de la tarde, pero decidí ir caminando y antes ver pasar la caravana de Kennedy. Así vi lo que vi. Unos 50 minutos después de los disparos, escuché de casualidad en el radio de un patrullero que un policía [J. D. Tippit]...
Regístrate para leer el documento completo.