Jojo

DIAS GRISES

Era una fría mañana, no había podido dormir bien; la pesadilla era tan real, tan cruel como la realidad, la realidad del día, de la vida malgastada en mil noches de insomnio.
Lalluvia golpea lentamente los cristales de la ventana, con esa monotonía embriagadora del tiempo. El sonido hueco del reloj me sumergía más y más en ese mundo irreal, con figuras fantásticas a mí alrededor.La pesadilla parecía prolongarse con cada tic tac, sin que de ella pueda despertar; el viento movía suavemente las copas de los árboles, y esa lluvia que parecía un largo llanto por cosas que ya novolverían, de cosas que pasaron, de vidas vividas.
Me sumergía en esas visiones del pasado, en una angustia que anudaba mi garganta; esa locura de comprender, de creer que el final estaba próximo yde que nada valía seguir.
En un segundo todo cambio, sentía que iba de la mano con la muerte, vieja amiga que me llamaba; gruesas gotas golpeaban fuertemente en los cristales empañados, como siquisieran romperlos.
Negros nubarrones oscurecían el cielo, las torres se ocultaban en la bruma de la mañana, se desvanecían por momentos, como se desvanecía poco a poco mi vida.
La calle solitaria teníaun aspecto sombrío, monótono; de la esquina surgía una sombra, que se ocultaba en mi mente y volvía a aparecer en mi pesadilla.
Con un gastado paragua negro, un viejo caminaba lentamente bajo lalluvia. Sus pasos eran calmados, no le molestaba el llanto. En su rostro se veían las huellas del dolor, sostenía el paraguas con una mano algo callosa y no coincidía con la firmeza de sus pasos, lentos,pero inevitables. Al aproximarse frente a la casa levantó su mirada que me hirió el alma, sus ojos eran de un azul intenso, muy firmes, que dejaban ver más allá, eran ojos distintos a los de mispesadillas, iba torneándose de encaje, de espuma, de niebla, hasta hacerse imperceptible y por ultimo desaparecer del todo.
Reflejaba algo que ya había olvidado, ¿Será que el paso de los años enseña la...