Jose Maria Arguedas
José María Arguedas Altamirano, nació el 18 de enero de 1911 en la ciudad deAndahuaylas, provincia de Andahuaylas, departamento de Apurímac . Era hijo de Víctor Manuel Arguedas Arellano, un abogado cuzqueño que ejercía de Juez en diversos pueblos, y de Victoria Altamirano Navarro, perteneciente a una acaudalada familia de Andahuaylas. Cuando tenía 2 años y medio murió su madre y quedó al cuidado de su abuela. En 1917, su padre se casó con una terrateniente adinerada. La cualla mandó a vivir con los sirvientes.
Arguedas se crió en Puquio y estudió en Abancay, Ica y Lima. Su vida y su creación se nutrieron de su tierra y del pueblo peruano, especialmente de campesinos, artesanos, músicos y artistas populares ¨ Recorrí los campos e hice las faenas de los campesinos bajo el infinito amparo de los comuneros quechuas¨, contaba. Es gracias a sus experienciasvividas que logra plasmar en sus obras relatos prácticamente hechos por los mismo indios, las necesidades que vivían y como se sentían ante los abusos de las autoridades así como también como es que celebraban sus fiestas. Por haber crecido entre los indígenas pudo saber más de la gran cultura que tienen nuestros antepasados Incas ,al haber crecido juntos con los sirvientes pudo aprender el quechuaantes que el idioma español de ahí pudo apreciar mas el folklore de nuestra tierra y sus costumbres más íntimas. También aprendió a apreciar a la mujer. Arguedas desde muy pequeño respetaba mucho a la mujer, la veía como un ser al que no se le puede tocar ni con el pétalo de una rosa, veía a la mujer como a un ser sublime con la representación de una blanca paloma por su belleza y delicadeza. Esteautor no se creía más que un indígena todo lo contrario él quería ser visto como uno más de los indígenas.
Esta etapa de la vida de nuestro autor es muy depresiva para él, su madrastra era tan vil que lo mando a vivir con los sirvientes, y su hermanastro lo maltrataba física y psicológicamente, su hermanastro le hizo ver el abuso contra una indígena ,y él que respetaba mucho a la mujer se...
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