Jose Martí (1870-1878)

 Introducción


‘’Los fuertes prevén, los hombres de la segunda mano esperan la tormenta con los brazos en cruz’’
Martí a lo largo de toda su vida demostró un valor infatigable , un repudio eterno a todo lo que hace padecer al hombre , aquello que lo oprima, que lo limite u obligue a seguir conductas incorrectas y de explotación; en el presente trabajo esnuestro deber abarcar todo el período de vida de nuestro Apóstol en el exilio, lo que sufre, Martí como estudiante de derecho, Filosofía y Letras, su amor, su persona de revolucionario, desde 1871 hasta 1878, desde sus 18 años hasta los 25 , sus aportes y virtudes. La certera idea de concebir al pensamiento martiano como parte de la ideología de la Revolución Cubana no es con el propósito dedescontextualizarlo como a veces especulan nuestros enemigos de pensamiento. Rasgos comunes hay entre los finales del siglo XIX y la posterioridad que hacen que veamos en el Maestro una guía para la acción revolucionaria.
Cabe destacar que más que un recuento histórico, el presente documento hace constancia de la trayectoria revolucionaria de una personalidad que impactó en los siglos XIX, XX, XXI….,y lo seguirá haciendo hasta que en el mundo quede la última gota de dignidad humana y nuestra revolución siga en pie de lucha. Con esto hacemos introducción al capítulo dos de la vida y obra del maestro que corresponde a nuestro equipo, esperamos que el trabajo sea de su agrado.
















Desarrollo

(1870)
Algo más de medio añoestuvo Martí en el aborrecible presidio. Un amigo de don Mariano, rico catalán influyente, don José María Sardá, logró que Martí fuese indultado y confinado en la Isla de Pinos, bajo su custodia y en la casa que allí tenía.
Débil, macilento, con los ojos irritados de la cal, y herido del roce de la cadena y el grillete, llega Martí a Nueva Gerona, en la Isla de Pinos, en el mes de octubre. Elseñor Sardá lo instala en su casa, en la finca El Abra. Vive allí acogido con cariño familiar. Pasea por el campo, medita; le quema en el corazón la imagen del presidio; se acoge en su cuarto, lee, escribe… Muestra su gratitud a la familia bienhechora con su respeto, con sus atenciones y su ayuda. Pasea con los niños de la casa; les enseña muchas cosas, los cautiva con su talento y su gracia demaestro… Pero aquellos días de retiro y de paz duran poco. A los dos meses es conducido a La Habana, pues hay orden de que embarque allí para España como deportado.
En enero de 1871, pocos días antes de que haya cumplido los 18 años, zarpa el barco que lo ha de llevar hasta Cádiz. Los ojos se le prenden en su ciudad, que se le va apartando poco a poco, cada vez más lejos, y al perder la vista, ya enalta mar, la sombra de Cuba en el horizonte, el joven desterrado debió de sentir un profundo desgarran en su vida.

Destierro en España.
Enero de 1871 a fines de 1874.
La travesía es larga. Días y noches de ir y venir de la estrecha litera a la cubierta, frente al mar y al cielo unido. Va Martí aun enfermo, y sufre del tumor que le hizo el roce de la cadena en el presidio. Su ánimo estápenetrado de recuerdos que lo acompañan dondequiera que los pasos lo llevan: sus padres, sus hermanas, su maestro que ha salido de España y vive en Nueva York, los desventurados compañeros del odioso presidio, el padecer de la patria oprimida…
Allí, frente al libre horizonte del mar y bajo el cielo infinito, en aquella serena soledad, cuajan apretadas sus penas, y el ánimo las levanta como en un vuelo defirmes esperanzas.
Pocos días esta Martí en Cádiz al desembarcar; pronto llega a Madrid, donde se junta enseguida a un grupo de cubanos desterrados como él. Alguien le ofrece ocupación con que pueda ganar algo de comer y pagar el mísero cuarto donde vive. Martí se ocupa en dar lecciones a los niños de dos bondadosas familias cubanas y en hacer algunas traducciones del inglés que alguien le...