Jose Ueril Arellano
Antología de mitos y leyendas
Nombre del alumno: José Uriel Arellano Herrera.
Nombre del Maestro: Daniel García Zumaya.
Grado: 3º Grupo: B
Fecha de entrega: 18 de Noviembre del 2014
INDICE
El colgado
Cuenta la leyenda que hace muchos años, una bella mujer dormía en su habitación,justo a media noche la mujer despertó cuando comenzó a escuchar un ruido extraño, al hacerlo observo como un hombre colgaba de una soga en una esquina de su habitación, de inmediato comenzó a gritar y el resto de las personas que Vivian en esa casa acudieron ayudarla pero al llegar ya no había nada.
Al día siguiente la mujer fue a la iglesia a contarle al padre lo sucedido, al hacerlo el padre lepregunto que si lo reconocía, a lo que la mujer contesto que no, entonces el padre le dijo que era un alma en pena, que debía preguntar que necesitaba, esa misma noche el fantasma volvió aparecer, pero lo mujer no tenía el valor para preguntar, así ocurrió el día siguiente, hasta que otras mujeres acompañaron a la mujer durante la noche, fue entonces cuando se armó de valor para preguntar quenecesitaba, el fantasma dijo que había muerto y que su amada no lo sabía y había pensado que él había huido, el necesitaba que ella supiera lo sucedido, y así fue, la mujer conto lo sucedido después de encontrar a la amada del aquel hombre, y solo así pudo descansar en paz.
La mujer herrada
Vivía en la ciudad de Méjico un buen sacerdote, acompañado de su ama de llaves.
Un herrero, elmejor amigo del buen capellán, desconfiaba instintivamente de la vieja ama de llaves, y así hubo de decírselo al cura, instándole repetidas veces para que la despidiera, aunque el sacerdote no llegó nunca a hacer caso de tales advertencias y consejos.
Una noche, cuando ya el herrero se había acostado, llamaron a su puerta
Violentamente, y al abrir encontróse con dos hombres de color que llevaban unamula. Aquellos hombres rogaron al herrero que pusiera herraduras al animal, que pertenecía a su buen amigo el sacerdote, quien había sido llamado inopinadamente para emprender un viaje.
Satisfizo el herrero el deseo de los desconocidos herrando la mula; y, cuando se alejaban, tuvo ocasión de ver que los indios castigaban cruelmente al animal.
Intrigado e inquieto pasó la aoche el herrero, y aprimera hora del día siguiente se encaminó a casa de su buen amigo el sacerdote. Largo rato estuvo llamando a la puerta de la casa, sin obtener respuesta, hasta que el capellán fue a franquearle el paso con ojos soñolientos, señal evidente de que acababa de abandonar el leche er aquel instante.
Enterado por el herrero de lo que sucedió aquella noche, le manifestó que él no había efectuado viajealguno ni tampoco dado orden para que fueran a herrar la mula. Después, ya bien despierto, se rió el buen capellán muy a su gusto, de la broma de que había sido objeto el herrero. Ambos amigos fueron al cuarto del ama de llaves, por si ésta estaba en antecedentes de lo ocurrido.
Llamaron repetidas veces a la puerta, y como nadie les contestara, forzaron la cerradura y entraron en la habitación.
Unvago temor les invadía al f ranq aear el umbral y una emoción terrible experimentaron al hallarse dentro del cuarto.
El espectáculo que se ofreció ante sus ojos era horrible. Sobre la carne ensangrentada, yacía el cadáver de la vieja ama de llaves que ostentaba, clavadas en sus pies y manos, las herraduras que el herrero había puesto la noche anterior a la muía.
Los aterrorizados amigos convinieronen que la desdichada mujer había cometido un gran pecado, y que los demonios, tomando el aspecto de indios, la habían convertido en muía par? castigarla.
Doña Beatriz
Vivía en la ciudad de Méjico una hermosa joven, Doña Beatriz, de tan extraordinaria belleza, que era imposible verla sin quedar rendido a sus encantos.
Se contában entre sus muchos admiradores la mayor parte de la...
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