jose
Gabriel ingresa en ella a causa de su actividad como líder estudiantil, al hacerlo tiene la impresión dehaberentrado en una ciudad turbulenta y desconocida. Los personajes que encuentra, su conducta los hechos extravagantes convertidos en forma carcelaria, la estratificación del penal en donde seconstituye, deabajo hacia arriba vagos, asesinos, maleantes y detenidos políticos; la noche y la mañana contempladas desde la celda, todo esto, por fin en frente de Gabriel y su contorno lo impulsa abuscarperspectivas para ordenar la secuencia de figuras disformes que lo cercan.
Esa realidad cosificada en el volumen oscuro de la cárcel, lo incita al recuerdo de la infancia serrana. El sexto erguidoyvoluminoso, se le antoja un monstruo que tritura a sus huéspedes imperturbablemente.
El dialogo con Cámac, su compañero de celda, Gabriel aprende las más claras lecciones sobre la cárcel y la vida.Cámactenía un ojo enfermo que le supuraba sin pausa. La opacidad y el fulgor de sus ojos impresionan a Gabriel.
Gabriel ensambla un análisis con las desordenadas observaciones de Cámac, y reconoceque leconfieren razón al minero; mas, aparte del acuerpo conceptual, percibe que una fuerza emotiva lo aproxima a este y a otros hombres, y que en cambio separa el frio que caracteriza a losdirigentes delos partidos organizados en el penal. La tabulación de las costumbres carcelarias, de la conducta de los reclusos, entra en juego un conjunto de apreciaciones y sentimientos pertinazmenteserranos.Las tres figuras capitales: Gabriel, Cámac, Juan, son de origen andino. La intuición y el sentimiento, la reminiscencia y la furia despojada de doctrina, hermanan a estos hombres en su......
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