Joshua Mayra Montero
Páginas: 3 (698 palabras)
Publicado: 28 de noviembre de 2015
7 de septiembre de 2014
Horizontes
Mayra Montero Antes que llegue el lunes
No puede ningún país del mundo resignarse a la idea de que prácticamente la mitad de la población escolar (en este caso,la del sistema público), padezca una minusvalía, más grande o más pequeña, que la aparta de la corriente regular de enseñanza y la coloca en la necesidad de recibir educación especial. Eso es unaaberración que no debe aceptarse con naturalidad. Es un escándalo.
La gente más o menos pensante tiende a creer que se ha trivializado el asunto en cuanto al diagnóstico y la clasificación del estudiante.Un muchacho con un poco de rezago, o con una personalidad distinta, pasa por una evaluación que quién sabe si ha sido exhaustiva o desprejuiciada, y de inmediato se le clasifica como de educaciónespecial. De ahí en adelante va creciendo esa marea de menores que a lo mejor saldría adelante en un entorno educativo normal.
Sin duda hay niños que por sus trastornos o condición física, tienen queser educados con atención extraordinaria. Pero no pueden ser los 160,000 que dicen. No es tragable ese número. Algo aquí está funcionando mal, no con los niños, sino con los adultos que los evalúan.Alguien se ha estado lucrando con una situación que luego pone en aprietos el andamiaje entero.
En todo caso, clasificar innecesariamente a un estudiante como de educación especial, tiene por fuerza queinfluir en la visión que ese muchacho tiene de sí mismo y en el discurrir de su formación académica. Va de grado en grado arrastrando el sambenito de que padece carencias o debilidades, y en algúnmomento tendrá que enfrentarse a estudios superiores.
El Gobierno en pleno, no ya el Departamento de Educación a solas, que al parecer no halla cómo salir del atolladero, tiene que ponerle coto yreevaluar a todos, uno por uno, con parámetros más razonables, y no esa especie de selección kafkiana que ha llegado a límites grotescos. Resulta inadmisible que 160,000 niños, una cifra que según me...
Horizontes
Mayra Montero Antes que llegue el lunes
No puede ningún país del mundo resignarse a la idea de que prácticamente la mitad de la población escolar (en este caso,la del sistema público), padezca una minusvalía, más grande o más pequeña, que la aparta de la corriente regular de enseñanza y la coloca en la necesidad de recibir educación especial. Eso es unaaberración que no debe aceptarse con naturalidad. Es un escándalo.
La gente más o menos pensante tiende a creer que se ha trivializado el asunto en cuanto al diagnóstico y la clasificación del estudiante.Un muchacho con un poco de rezago, o con una personalidad distinta, pasa por una evaluación que quién sabe si ha sido exhaustiva o desprejuiciada, y de inmediato se le clasifica como de educaciónespecial. De ahí en adelante va creciendo esa marea de menores que a lo mejor saldría adelante en un entorno educativo normal.
Sin duda hay niños que por sus trastornos o condición física, tienen queser educados con atención extraordinaria. Pero no pueden ser los 160,000 que dicen. No es tragable ese número. Algo aquí está funcionando mal, no con los niños, sino con los adultos que los evalúan.Alguien se ha estado lucrando con una situación que luego pone en aprietos el andamiaje entero.
En todo caso, clasificar innecesariamente a un estudiante como de educación especial, tiene por fuerza queinfluir en la visión que ese muchacho tiene de sí mismo y en el discurrir de su formación académica. Va de grado en grado arrastrando el sambenito de que padece carencias o debilidades, y en algúnmomento tendrá que enfrentarse a estudios superiores.
El Gobierno en pleno, no ya el Departamento de Educación a solas, que al parecer no halla cómo salir del atolladero, tiene que ponerle coto yreevaluar a todos, uno por uno, con parámetros más razonables, y no esa especie de selección kafkiana que ha llegado a límites grotescos. Resulta inadmisible que 160,000 niños, una cifra que según me...
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