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Era una noche del verano pasado cuando me disponía a ir a casa de Kate, mi mejor amiga, la cual estaba de cumpleaños y como de costumbre de hija única, hacía una fiesta "a lo grande", pero, eso no era mi tipo, siempre terminaba durmiéndome en la cama de Kat en esas fiestas y me enteraba al día siguiente de todo lo que ocurría.

Recuerdo que esa noche Kat me dijo que me quedara con ella toda lanoche porque me iba a presentar un amigo de ella, que, según Kat, "era un buen partido", la verdad es que desde mi primer noviazgo y -que fue una mierda-, nunca más quise relacionarme de esa forma con los chicos, pero ella y mi madre siempre decían que no podía errarme de tal forma... En fin, esa noche oí a Kat decir:

—Necesito que no te duermas, hoy cumplo diecisiete, debes estar conmigo, y aparte quiero presentarte a este amigo...

No la dejé terminar, y le respondí:

—Mierda Kat, si que fastidias, eres peor que mi madre, estoy bien así, sola, disfruto de esto.

-Ni yo me lo creí-

A lo cual ella no respondió y se limitó a soltar una carcajada.

—¿Qué? ¿Por qué te ríes?

—Oh, de nada, solo es que, vamos Dani, no puedes estar así sólo porque tu primer novio no resultó sercomo Jake, el de Hannah Montana.

Solté una carcajada.

—Bien, pero si este tal amigo no me cae bien, no insistas.

—Bien. -dijo.

Después de esta rara conversación fuimos a saludar a los invitados, bueno, en realidad, solo Kat los saludó, yo sólo estaba al lado de la mesa de los aperitivos tragando como una cerda.

—Disculpa, ¿bailas?.

Levanté la mirada y para mi sorpresa era unchico alto, castaño, de sonrisa hermosa, ojos azules... Jamás lo había visto anteriormente en alguna fiesta de Kat, bueno, debe ser porque siempre me dormía.

-Accedí.

—Claro, con gusto.

-No podía dejar pasar esta oportunidad, aunque, iba en contra de mi teoría y promesa de ignorar a todos los del sexo opuesto.

—Bien. -dijo.

Fuimos al centro de la pista de baile y todo alrededorparecía desaparecer, me perdía en sus ojos azules, raramente, aquello era tan inexplicable, no sé que hacía este chico para caerme tan bien, tomando en cuenta que odiaba a todos en aquel lugar. -Menos a este chico, Kat y sus padres-

—Soy Zac. -susurró.

—Danielle. -respondí.

—Bonito nombre, Danielle.

—Gracias, Juan.

—Me llamo Zac.

¿QUÉ?, quería morirme, juraba haber escuchado Juan,aunque la música estaba muy alta, pero aquello no era excusa.

—Oh, Zac, lo siento mucho, no escuché bien, soy terrible. -solté una sonrisa boba.

—No te preocupes linda.

Sonreí como una idiota.

—¡Veo que ya se conocen! .- Dijo Kat.

No pude evitar dar un pequeño saltito al escuchar aquel grito de esa mujer.

—Bien Zac, ya conoces a Dani, ¿no?

El asintió.

Yo no podía dejar demirarlos a ambos con los ojos como dos platos.

—Verás querida, él, es Zac, mi amigo, del cual te hablé, ¿lo recuerdas tontita?

¿QUÉÉÉÉÉ? NO ES POSIBLE.-era lo único que lograba pensar.

—Pues, digamos... Sólo estábamos bailando, aun no me cae bien del todo, no hemos hablado.

Él soltó una risa idiota mirando al suelo.

—Como digas Dani, ven, vamos por ponche y ya vuelves con Zac.

Fuimos abeber ponche y no pude evitar decirle a Kat:

—¿Qué clase de juego es este Katherine Elizabeth Segunda? .-Aquél no era su verdadero nombre, evidentemente.

—¿Yo?, nada.-dijo sonriendo.

—Venga Dani, yo no he planeado ni hecho nada, ha sido cosa del destino supongo.

—Sí, del destino llamado Kate.

—Vale Dani, en serio, no he hecho nada.

—¿Te creo?

—¿Desconfías de tu mejor amiga?.-dijo sorprendida.

—No es eso Kat, es que, ¿si sale mal?

—Que exagerada eres Danielle, lo más malo que puede pasar es que lo pises mientras bailas.

Me reí.

—Bien, pero no me mires raro cuando estemos bailando.

—Vale.


Fui de nuevo al salón de baile y vi a Zac sentado al lado de la mesa de los aperitivos justo donde yo estaba cuando él me sacó a bailar.

—Así que tú eres...