JUANALCALDE

DOCUMENTO DE APOYO 3
Juan Alcalde Guibert

1. Los fundamentos teológicos sobre los que ha de desarrollarse la acción catequética han sido fijados claramente tras el Concilio Vaticano II recogiendo la riqueza de la Sagrada Escritura y la tradición de la Iglesia. Es muy importante la labor que la Iglesia realiza en su magisterio para presentar el anuncio de la Buena Noticia de una maneraaccesible a los hombres de nuestro siglo sin rebajar un ápice la Verdad revelada.
Y es que es cierto; Dios se ha revelado al hombre. El ser humano como criatura experimenta la necesidad de ser salvado por el creador, de habitar en su justicia. Dios escuchó el lamento de su pueblo en Egipto e Israel fue liberado con brazo fuerte. Sin embargo la catequesis no debe caer en consideraciones erróneas talescomo la presentación de un Dios terrorífico y pronto a la cólera. Tampoco es correcta la consideración de un Dios cuya adhesión exige un salto al vacío sino que la revelación se puede apoyar en nuestra inteligencia. Es el Dios de la historia, de la historia del hombre y habita y se desvela en la pequeñez del ser humano.
Como se ha señalado, Dios se ha revelado de manera gratuita y trascendente.Su donación es total y siempre en función del bien del ser humano. La catequesis debe mostrar esta gracia, ya que la revelación de Dios permite al hombre entrar en el misterio de su naturaleza. Solo en Dios el hombre se descubre a sí mismo en la Verdad. De manera que esta iniciativa de Dios es desde el Antiguo Testamento una acción verdaderamente salvífica pues enfrenta al hombre a su verdad másprofunda. El ser humano al descubrirse criatura queda inmerso en la obra creadora y admirado del amor de Dios.
Solo en esta revelación profunda de quien es Dios y quien es el hombre se puede encontrar respuesta a los interrogantes que apremian al ser humano. Solo en esta Verdad se puede anunciar que todo está bien hecho, que la creación es perfecta.
La manera en la que Dios se ha hecho presenteen medio de su pueblo de una forma plena ha sido en la persona de Jesucristo. La encarnación de Cristo en el seno de la Virgen María por la gracia del Espíritu Santo ha abierto a la humanidad la posibilidad de que Cristo viva en nosotros y revista nuestra naturaleza de pecadores con una naturaleza divina que no muere. María, madre y modelo de todos los cristianos, es el nuevo Arca de la Alianza,el antiguo Templo de Jerusalén ha quedado deshabitado. La presencia de Dios, la shekina, habitará en los corazones de los que, siendo elegidos, la acogen. Esta es la donación y la humillación de Cristo. La kenosis, Dios mismo desciende hasta lo más profundo de la naturaleza pecadora del hombre para liberarle del poder de la muerte.
Cristo promete que será enviada la ayuda del Espíritu Santo,del que emana la comunión de la Iglesia con Dios y por el cual continúa revelándose de generación en generación en los corazones de los hombres. El Espíritu Santo es el que da la fuerza para vencer el pecado en el mundo y el que permite que el hombre se den los sentimientos de Jesús.
Es muy importante descubrir que la revelación de Dios al hombre, la inmersión del ser humano en este misterio, elser revestido de una nueva dignidad no desnaturaliza a la persona. Más bien al contrario, lo realiza, alcanza estadio en el cual puede ser feliz, le permite entrar en el misterio de la donación. Este misterio es para el cual la naturaleza del hombre está diseñada. Cuando en lugar de la donación aparece la soberbia, el lugar reservado para Dios es ocupado por el pecado, por la adoración a falsosídolos que rompen la naturaleza del hombre llevándole hacia la muerte ontológica. Es por esto que la Iglesia está obligada a predicar sobre el infierno. El infierno como estado en el que Dios ha sido rechazado quedando el hombre en una soledad libre de toda esperanza. Es el misterio de la libertad del hombre que es capaz de despreciar la misericordia de Dios y condenarse eternamente. Ante esta...