Juang magan
El principal motivo de esta crítica es enjuiciar o valorar Caballo de batalla como filme histórico. Así pues, en primer lugar intentaré realizar un comentario sobre este particular para, después, finalizar con un comentario desde un puntode vista más cinematográfico o estético. Vaya por adelantado que considero la última película de Spielberg como una obra notable y no logro entender su fría recepción de público y parte de la crítica; cuando está muy por encima, por ejemplo, de las películas que han triunfado en la ceremonia de los Oscar, la bochornosa The Artist (Michel Hazanavicius, 2011) y la tristona y aburrida La invención deHugo (Hugo, 2001) del sobrevalorado Martin Scorsese. Sabemos de los recelos de algunos críticos ante la obra del autor de la película que nos ocupa, pero sorprende que después de realizar un puñado de obras que se encuentran entre lo mejor del cine americano de los últimos veinte años, todavía haya quien, si se me permite la expresión, le niegue el pan.
Como filme dereconstitución histórica, War Horse es un valioso documento. A lo largo del metraje la cinta desgrana una serie de temas ligados a la tradición fílmica sobre la Gran Guerra: The Unbeliever (Alan Crosland, 1918), Armas al hombro (Shoulder Arms, Charles Chaplin, 1918), El gran desfile (The Big Parade, King Vidor,1925) Senderos de gloria (Paths of Glory, Stanley Kubrick, 1957) o Capitán Conan (Capitain Conan,Bertrand Tavernier, 1996), están presentes de alguna forma en la cinta que nos ocupa. Spielberg ha sabido trasladar de manera muy acertada muchos de los temas tratados en éstas y otras películas sobre la Primera Guerra Mundial. El director, al igual que hicieran King Vidor, Stanley Kubrick o Bertrand Tavernier, hace una apuesta por la verosimilitud. El afán de verismo de la cinta –como cualquierpelícula histórica que se precie– es el mayor aval a nivel histórico que presenta Caballo de batalla. Pero este afán de realidad no se circunscribe sólo a su extraordinaria dirección artística, al cuidado de cada detalle, sino que se traslada también al nivel de las mentalidades de la época. Diversas secuencias del filme son claro ejemplo de ello: Poco después de que el padre de Albert haya ganado alcaballo en una disputada subasta, tiene lugar una conversación entre el chico y su madre. En el transcurso de ésta la madre le muestra un banderín. Se trata del banderín de la unidad de su padre, excombatiente en la Guerra de los Bóers (1880-1881 y 1899-1902). El chico tomará el banderín en sus manos y anhelará en voz alta la proximidad de una nueva guerra –probabilidad que diversos personajesbarajan en secuencias anteriores– en la cual podrá dar rienda suelta a sus sueños de aventura y gloria. Albert no entenderá cómo su padre ha quedado marcado por lo que vió en la guerra; siendo ésta una experiencia, pensará el chico, terriblemente excitante. Vemos aquí un claro reflejo de lo que centenares de jóvenes pensaron en el verano de 1914 y que les llevó a centros de reclutamiento. Era la...
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