Juego de Asesinos y Dioses

Seas doctor, ingeniero, maestro, estudiante, músico, dueño de una empresa multimillonaria, la muerte te encuentra. Tarde o temprano, todos morimos. Algunos aun más temprano de lo que deberían. Yo soy al que le pagan para acelerar ese proceso. Soy un asesino. Me asignan un objetivo y me pagan una muy buena cantidad por hacerlo. Pero para ser honesto, no lo hago por dinero. Disfruto matar a otrosseres vivos. No puedo comenzar a describir esa hermosa sensación que me da ver como se le va la vida de los ojos a una persona. No lo puedo evitar, es simplemente el tipo de persona que soy. Esta noche tengo como objetivo a Samantha Kerr, mujer de 35 años, madre de dos. Pelo dorado, ojos azules, pequeñas arrugas alrededor de sus labios. Sentenciada a la muerte por su futuro ex marido. Heestado planeando esta caza toda la semana. Observando su rutina diaria. Se levanta a las 6, lleva a sus hijos a la escuela a las 8, llega a su trabajo alrededor de las 9. Sale a las 2 y va por comida. Lunes y Miércoles fue hamburguesas. Martes fue pizza. Ayer, jueves, comida china. Hoy, está esperando su orden comida mexicana. En media hora tiene que estar esperando a sus hijos en la Escuela primaraEmerson. Después de comer lleva a sus hijos a sus clases de pintura. Aquí es cuando Samantha está a solas por dos horas. Durante este plazo planeo eliminarla. Samantha se ve como una buena persona. Mujer trabajadora, madre amorosa, incluso le da dinero a los vagos que andan por las calles. No es que me importe. Sea lo que sea la razón, me la han asignado, y no tengo planeado mostrar piedad. Mitrabajo es matarla, no hacer preguntas. Después de dos horas, por fin está en su casa a solas. A muchos asesinos les gusta eliminar a sus objetivos desde una distancia alejada. Así no pueden rastrear nada hacía ellos. A mí, como ya mencioné, me gusta ver como la vida deja su cuerpo. Uso la típica ropa completamente negra de un asesino. Todo excepto mi mascara. Mi mascara es algo que yo diseñé.Tiene forma de una víbora. Se asemeja al dios egipcio Apep. Un ser temido que destruía todo lo que tenía a su paso. Representaba a las fuerzas malignas, al mundo oscuro.
Mi arma mortal, una hermosa daga verde. Su fila hecha del más fino titanio. Su cabo al igual que mi mascara, tiene una víbora. En cada uno de sus ojos una pequeña piedra rubí. Es imposible contar las vidas que he tomado con estaarma.
Por fin listo para terminar esta caza. Me acerco a la puerta trasera de su casa, abriéndola lentamente. Esta puerta da entrada a la cocina. Samantha normalmente aprovecha su tiempo libre para leer un poco en la sala. Hoy no fue la excepción. Al avanzar por la casa pude alcanzar a mirar la parte trasera de su cabeza. Sentada en el sillón el cual se enfrentaba al lado opuesto de donde yovenía. Mas fácil no podría estar.
Agachado, tomando pequeños pasos, con precaución de no hacer ruido, me voy acercando a ella. A solo un metro de ella, saco mi daga y mi levanto poco a poco. Ya parado justo atrás de ella, veo a su hijo a su hijo acostado sobre su regazo. Con mi daga en ella, mi mano va hacia arriba, y rápidamente hacia abajo y un poco al costado, encajándole mi arma justoal lado de su ojo. Sangre se derramaba por todos lados. Un poco sobre mí, manchando la manga de mi camisa negra. Mientras veía a Samantha agonizar, escuché un sonido a mi derecha. Ahí, sobre el pie de las escaleras, era un niño inmóvil, un niño con una expresión de horror en su rostro. Completamente silenciado, se quedó ahí parado, mirando como la sangre fluía hacia afuera del cuerpo de suMadre. Por fin reaccionando, mira directamente hacia mí. Podía ver la tristeza en sus ojos. Pero no solo era tristeza lo que se podía apreciar en su mirada, sino también el odio con el cual me miraba. ¿Qué debo de hacer? ¿Matarlo? Nunca he tenido testigos en mis asesinatos. No sabía si matarlo o salir corriendo. Al final, tomé 3 pasos hacía él y le dije: ¨Te olvida de miles de cosas cada día,...