juego

El espacio de Juego en la Terapia Psicoanalítica (Jean Sanville)

Capítulo 2: “Un niño que no puede jugar”

Una manera de comenzar a comprender el papel del juego en el desarrollo humano y en la psicoterapia es echar una mirada a aquellos niños que no pueden jugar.
De manera descriptiva, estos niños “no envían señales afectivas usuales que permitan a la otra persona saber lo queintentan hacer y lo que están sintiendo; parecen incapaces de tomar en cuenta el campo de la relación”.
Sus comportamientos repetitivos se nos aparecen como mínimamente placenteros y, a diferencia de la naturaleza lúdica de los niños normales, sirven más para perpetuar que superar fijaciones. Se los llama autistas, existen terapeutas que cuestionan la posibilidad de que aprendan a jugar (Solnit1987). Sin embargo el autor cree que si son capaces, pero siempre y cuando los terapeutas estén dispuestos a emplear su tiempo en un tratamiento muy largo y los padres se hallen dispuestos y capacitados para participar en una empresa que, durante extensos períodos pueden ser más ardua que lúdica.
El diagnóstico de autismo connota para el profesional la etiqueta más severa que se puede atribuir.Antes de continuar, se harán reflexiones filosóficas acerca de su significado, tanto lingüístico como psicológico.
El término fue introducido Bleuler (1913), llama la atención su propuesta sobre las manifestaciones: las patológicas y las normales. Su definición fue simple: “Separación de la realidad acompañada con predominio de la vida interior”(Rapaport, 1951, p.399). Esta idea dijo apunta auna búsqueda de placer y a una prevención del dolor. Bleuler contempló diferentes grados de desviación, tanto en los sueños como en la esquizofrenia, completamente independientes de la realidad y, en verdad, reemplazándola. Sugirió por otra parte, que la mayoría de nosotros nos entregamos bastante regularmente, aunque sólo por algunos segundos, al pensamiento autista, y que mucha gente inventahistorias que distingue de lo “real”. De hecho, dijo, este autismo normal es parte del juego de la fantasía que lleva a nuevas combinaciones creativas, como en el juego de los niños y en la producción de los poetas. Aunque afirmó que las relaciones entre el pensamiento autista y el pensamiento realista están, de varias maneras, en oposición, cuando se los puede combinar es posible que den comoresultado nuevas comprensiones que lleven a descubrimientos o invenciones. De esta manera reconoció, de manera implícita, la importancia de la dialéctica entre ambos, siempre que el resultado fuera la creatividad y no la patología.
Sugestivamente, lo que dijo Bleuler hace 75 años concuerda estrechamente con las afirmaciones de ciertos investigadores actuales sobre infantes, tales como Stern (1985), paraquien la función autista no es tan primitiva como la función de la realidad. Él pensaba que, solo luego de que algunos conceptos complicados se hubieran desarrollado y combinado con las experiencias, podrían formarse los deseos y “obtener la dicha por medio del cumplimiento de fantasías”, y que el ambiente podía ser transformado en el pensamiento por “ideas placenteras autoinventadas” (Rapaport,1951, p. 429).
Según Bleuler el autismo contribuye a la habilidad de pensar, particularmente en el tipo de juego en el que nuestras habilidades para combinar la fantasía y la realidad se ven intensificadas. Concluye: “El entusiasmo real es impensable sin el autismo” (Rapaport, 1951, p. 435).
Por supuesto, cuando este autor aludía a los aspectos beneficiosos del autismo, se estaba refiriendosiempre a sus interacciones con la realidad. La palabra autismo se conforma por su derivación autos, sí mismo, más-ismo, un sufijo creado por los griegos para formar nombres a partir de acciones procedentes de verbos. Los ismos se usan en general de manera despectiva para designar doctrinas particulares, sistemas o teorías que existe en ellos una connotación de fijeza y rigidez. Estas connotaciones...