Jugando con fuego
Antecedentes:
Era muy pequeño cuando llegó a aquella región santa de Grecia, al lugar que estaba consagrado a la Diosa que su constelación guardiana le obligaba custodiar.
No tenía trato con muchas personas dentro del santuario, puesto que era un niño muy tímido; así que durante los años de su infancia sólo se veía bajo los cuidados y amistad de un chico mayor queél, que había luchado por ganarse su confianza. Se llamaba Kanon, y lo rebasaba por algunos años; era poseedor de una larga cabellera azulina, y dos esmeraldas por pupilas. Su origen era griego, por lo que no fue muy difícil convertirse en su compañía, su apoyo… su todo.
Ahora contaba con casi veintiún años, una edad que le daba la experiencia necesaria para entender las emociones que elojiverde despertaba en él, tales como esos celos infundados cuando lo veía reír con otra persona que no fuera él, las de veces que con sólo mencionarlo sentía que las mejillas se le calentaban, o cuando sus ojos eran encantados con su silueta y era imposible no idolatrar otra cosa con ellos que no fuera su cuerpo.
Milo había tenido el valor de revelar sus sentimientos ante Kanon, y la voluntad paraesperar una respuesta positiva; sin embargo, habían pasado muchos años, y él había cambiado totalmente. La persona que el pequeño griego conoció en su infancia, no era más la que tenía enfrente. Y aún cuando el mayor correspondía sus sentimientos, no parecía hacerlo en la misma forma intensa como Milo:
Pasaba las noches con el dorado escorpión, poseyéndolo sin control; pero sin una pasión. Aldesbordarse y culminar su rito, se colocaba nuevamente su ropa y abandonaba la habitación con un roce apenas perceptible de labios.
El octavo guardián odiaba a muerte esas despedida, y si no recriminaba era por su amor hacia Kanon. No quería incomodarlo, hacerle pensar que todavía era un niño caprichoso al que le gustaba que hicieran su voluntad. Todo lo que Milo quería era un poco de amor,ser correspondido por esa persona a la que supuestamente le importas.
En aquél momento, mientras observaba con sus pupilas abatidas como el mayor terminaba de colocarse los pantalones, pensaba en la mejor manera para que Kanon reaccionara y entendiera que aquella situación no podía ser eterna, que tarde o temprano él se cansaría de su trato por mucho que lo amara.
Pero ¿Cómo resolver aquelproblema?
¿Qué método sería el más apropiado para hacerle despertar?
Tal vez la respuesta se encontraba más cerca de lo que él imaginaba.
-.-.-.-
La constelación de Acuario lo había escogido para defender aquél onceavo templo; pero él no se sentía con la capacidad de hacer frente a su responsabilidad, no cuando apenas contaba con seis años, hablaba un idioma ajeno al de aquellaregión, y se sentía tan solo. Para su fortuna, uno de los postulantes a santo dorado le hacia compañía. Se trataba de uno de los gemelos del santuario, cuya única diferencia era el cabello y la personalidad; Saga, próximamente santo de Géminis, se tomaba las cosas demasiado enserio.
Camus creció instruido bajo sus consejos de lealtad, valor, confianza propia, y a hacer lo que esté en tusmanos por defender aquello que te importa o lo que es correcto –Básicamente a ser un extremista-.
Saga se convirtió en una parte fundamental en la existencia de Acuario, a tal grado que cuando este faltó, su corazón pareció hacerse de hielo.
Con todas las cosas que sucedieron antes, durante y después de la guerra santa, fue como el galo comenzó a sentir otra serie de cosas por el geminiano,que iban más allá del respeto y amistad concebido. El problema con el mayor era que tenía demasiadas culpas encima, lo cual le hacia pensarse indigno de merecer el cariño de alguien, sin importar cuantas veces Camus le explicara que no había sido culpa suya, que se trataba de un trastorno mental, y que él lo amaría sin importar nada más.
Lo peor del caso es que no sabía si Saga lo estaba...
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