Juglares, ministriles, trovadores y troveros
Ellos son los únicos trasmisores de la música popular no litúrgica, pero enseguida la enriquecen con los procedimientos más avanzados del canto eclesial e incorporan y explotan lasnovedades surgidas de la práctica de tropos y secuencias.
A veces eran clérigos , personas de cierto nivel cultural, que habían abandonado la vida religiosa y vagabundeaban de un lado a otro intentandosacar partido de su superioridad cultural. Se llamaban entonces goliardos, por el Obispo Golías, personaje legendario que, según ellos, habría creado su oficio. Cantaban y recitaban en latin y enlengua vulgar, y en su repertorio figuraba la poesía más refinada o dramática junto con las canciones al vino, a las mujeres, contra los eclesiásticos, y un sinfin de cosas curiosas, según podemos ver enalgunos códices que contienen sus obras como los de Ripoll o las conocidas Carmina Burana (canciones del monasterio de Beuren, en Alemania)
Aparte de sus habilidades circenses, los juglares engeneral se acompañaban con instrumentos musicales prohibidos por la iglesia a causa de su antigua vinculación a la vida pagana. Había juglares de muy diferentes tipos y calidad, desde los más simples yvulgares, llamados cazurros o remedadores, hasta los más pulidos en su arte, muy próximos o confundidos con los trovadores.
En el siglo XVI, las Catedrales y las ciudades contrataban conjuntos deinstrumentos de viento constituidos principalmente por chirimías, cornetas, sacabuches y bajones (y ocasionalmente flautas y orlos), a los que se les conocía en España como Ministriles o Chirimías, en...
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