Juguetes A Años Vista

LA VANGUARDIA 71

ECONOMÍA

DOMINGO, 6 ENERO 2013

LOS NOMBRES
Y LA S C O S A S

EN
LÍNEA

JOAN FERRER RIERA, CONS. DELEGADO DE DISET Y CODIRECTOR DE JUMBO DISET

Juguetes a años vista
MAR GALTÉS
Barcelona

H

oy es día de desenvolver paquetes en casa, pero mañana mismo Joan Ferrer se va hacia
Hong Kong a presentar los juguetes que traerán los Reyes el año que viene, que yaestán todos en marcha. “¡Este es
un sector trepidante!”, dice el máximo ejecutivo de Diset y codirector del grupo holandés al que pertenece, Jumbo Diset.
Ferrer ha trabajado siempre en el mundo
del juguete, “no soy nada jugador, ¡pero me
lo paso bien!”. Un denominador común de
su trayectoria ha sido reestructurar empresas de juguetes: comprar la marca y el producto, y cerrar y subcontratar lafabricación. Aunque para él, este es un tema especialmente sensible. Joan Ferrer Riera nació
en 1958 en Sant Joan de les Abadesses y creció en la colonia Llaudet, donde su padre
era director administrativo. Desde su recuerdo industrial, reflexiona: “Hay tantas
colonias que han cerrado, es una pena, pero
forma parte de la evolución lógica. El mundo gira, y parece que se acaba, pero
tenemos queaceptar que las cosas
serán diferentes, y saldremos adelante”.
Ferrer bajó a buscarse la vida en Barcelona: pagar una escuela de negocios le resultaba “prohibitivo”, y estudió
marketing y comercio internacional mientras hacía de vendedor
de lámparas para un fabricante
del pueblo. En 1980 conoció al
empresario Josep Pla, que tenía La Nina, los juguetes de madera JocDi, y la empresa Sacs iBosses. “Me dijo que le hiciera de
coordinador, que en realidad significaba
el correo interno entre los talleres”. Pero como quién no quiere la cosa, Ferrer aprendió
a gestionar personas y producción.
En 1984, el señor Pla fue a una feria en
Nueva York: pero para vender, había que
tener una oficina allí. Y Ferrer hizo la maleta, crearon Barcelona Gifts & Toys Corp, y
con una máquina deescribir y una camioneta de alquiler, empezó a vender en Estados
Unidos. “Entonces todo estaba por hacer, y
todo funcionaba con mucho empuje, por
emoción, por ganas. Hoy, si no está todo estructurado y garantizado, nadie hace nada”.
En Toys ‘R’ Us vendió muñecas cosidas por
señoras del Guinardó, y el zoo de San Diego
le compraba las figuritas de animales de madera hechas en Sant Vicenç deTorelló. Pero la aventura duró poco, hasta que la peseta se reevaluó demasiado, y “el crecimiento
meteórico” pasó factura al fabricante.
Y al volver, Ferrer conoció a Dirk van
Wassenaer, entonces un jovencito holandés que DeMonchy había traído a Barcelona para reflotar Diset, que había comprado
en 1971. “Nos entendimos enseguida”, dice
Ferrer. Y el primer encargo fue enviarlo a
Menorca a valorar laviabilidad de Constructor, una empresa de modelismo naval
que es toda una historia (fundada por la familia catalana textil Orfila en 1942; los bar-

SOS
SAHEL

cos los hacían a piezas las mujeres de los
pescadores, y se vendían a Polk’s Hobbies
de Nueva York: “Eso sí que era ser emprendedor. Ahora se hace mal uso de la palabra.
Es más complejo, arriesgado: el emprendedor no sabe que loes. Quien dice que lo es,
es más bien un emprenyador” –por pesado–, dice Ferrer).
A Van Wassenaer le gustaba Constructor, porque su padre había sido fabricante

“Parece que todas las
empresas cierran y se acaba
el mundo, pero los negocios
evolucionan de toda la vida”
de barcos... “En la vida todo tiene una historia”. A Ferrer no le gusta el mundo del hobby, pero se encargó, renovó elproducto, y
“cuando se jubilaron los que quedaban”, cerró y cambió el sistema de fabricación de
los barcos. “Ahora parece que todas las empresas cierran y se acaba el mundo, pero las
evoluciones de los negocios son un hecho
de toda la vida”.
Cuando en 1987 Diset consiguió el contra-

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