juicio de miguel servet
El arresto en Ginebra
Aunque en Vienne se escapó del presidio, Miguel Servet no encontraba en el mundo un lugar donde sentirse libre para hacer lo que quisiera. No se atrevía a quedarse en Francia por miedo a ser capturado. Era igual de inseguro regresar al departamento del Rin, de donde había huido años antes y donde podríantodavía reconocerle. Impensable era también regresar a su tierra natal en la fanática España. Por lo tanto, decidió irse a Nápoles a ejercer su profesión entre los hombres del lugar, muchos de los cuales habían huido allí para disfrutar de mayor libertad religiosa. Primero pensó en cruzar los Pirineos y pasar por España pero el peligro de ser arrestado en la frontera le hizo desistir y, tras caminarsin rumbo fijo durante cuatro meses, al final optó por la ruta que atravesaba Suiza hasta el norte de Italia como la más segura. Afortunadamente para él, tenía dinero suficiente.
Así fue como Miguel Servet llegó a una posada de Ginebra una noche a mediados de agosto. Intentó enseguida conseguir un bote para cruzar el lago de camino a Zurich y luego a Italia. Pretendía pasar lo más inadvertidoposible pero, desgraciadamente para él, el día siguiente era domingo y como la ley obligaba a todo el mundo a asistir a la iglesia, sintió curiosidad por escuchar el sermón de Calvino. Aquí fue reconocido incluso antes de que el sermón empezara. Hacía tiempo que Calvino creía que Miguel Servet se merecía la muerte por blasfemo y hereje, y pensó que había llegado para propagar sus herejías por Ginebray poner, así, el éxito de su Reforma en peligro. Era muy consciente de este peligro desde que había recibido una carta comunicándosele lo rápidamente que las enseñanzas de Miguel Servet se estaban propagando por las ciudades del norte de Italia. Se sintió entonces obligado a hacer todo lo posible para liberar al mundo de Miguel Servet ya que en Vienne la Inquisición no lo había conseguido. Ordenósu arresto de inmediato y le envió a la cárcel. La ley exigía que, en tales casos, el acusador fuera encarcelado con el acusado hasta que se hubieran fijado los cargos. Como esto no le convenía, Calvino envió a la cárcel a un estudiante llamado Nicolás de la Fontaine, que vivía en su casa como secretario, para representarle como acusador.
Se presentan los cargos
Un día después de su arresto,Miguel Servet fue citado para un examen preliminar ante la autoridad correspondiente, a quien de la Fontaine, su acusador formal, había presentado una denuncia redactada por el propio Calvino en contra de Miguel Servet. La acusación se basaba principalmente en la obra Restitutio y, tras acusarle de que unos veinticuatro años atrás ya se había envuelto en problemas con las iglesias por sus herejías yque desde entonces había reincidido constantemente con sus opiniones sobre la Biblia y Ptolomeo, con la publicación de un libro reciente lleno de innumerables blasfemias y con su fuga de la prisión de Vienne, continuaron acusándole de destruir los cimientos del Cristianismo por medio de varias herejías sobre la Trinidad, la persona de Cristo, la inmortalidad del alma o el bautismo de los niños.Finalmente, se llegó al clímax acusándole de haber difamado a Calvino lanzando todas las blasfemias posibles en su contra y habiendo ocultado sus escandalosas opiniones al impresor de Vienne. Miguel Servet admitió algunos de estos cargos, otros los negó por ser falsos y a otros les encontró una explicación convincente añadiendo, sin embargo, que si en algo se había equivocado, deseaba ser corregido.Pero los cargos se mantuvieron y se dictaminó que se iniciaría un proceso.
Inicio del proceso
Al día siguiente, se inició el proceso dirigido por el fiscal ante el gobierno local de Ginebra. Miguel Servet, habiéndosele hecho prestar juramento, fue interrogado de nuevo sobre los cargos que se le habían imputado el día anterior. Esta vez, admitió y negó los cargos de manera más decidida que antes...
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