Juicio reivindicatorio
Juan Antonio Castillo López
Profesor adscrito al departamento
de Derecho de la UAM
En nuestra legislación, el juicio especial de desahucio tiene una tramitación especial por pretender hacer de él un juicio ágil y sencillo, que por las circunstancias en que se da requiere de brevedad y economía. Sin embargo, su articuladoes impreciso y muchas veces contradictorio, por lo que al realizar una interpretación de sus preceptos se cae en errores e incomprensiones.
Aun así, nuestro Código Procesal Civil le señala un procedimiento conciso, que por la naturaleza de la conflictiva en debate, pretende dilucidar la contienda entre arrendador y arrendatario en un mínimo de tiempo, a efecto de evitar se originen gastos ydilaciones innecesarias, suprimiendo para tal efecto formulismos exagerados y señalando plazos judiciales más breves para que el juzgador, con cierta prontitud, proceda a dictar su sentencia.
Pero, cabe indicar, en la mayoría de las ocasiones este juicio no resulta tan expedito, seguramente por lo rebuscado de sus preceptos que conllevan a pensar erradamente, en su tramitación, que el objetivo deeste juicio es la de obtener la remuneración de las pensiones rentísticas adeudadas o que la prevención de desocupación y apercibimiento de lanzamiento, cuando es requerido y emplazado el arrendatario, forzosamente se tiene que llevar dentro del término debidamente otorgado para tal efecto; o la más común, que únicamente retribuyendo las rentas que dieron sustento a la demanda se pueda terminarcon este juicio o, incluso, que se puedan rematar los bienes embargados en esta vía. Cuando la realidad es que el objetivo de este juicio se basa en la solicitud de desocupación del inmueble en renta, por la falta en el pago de dos o más mensualidades. Que la prevención de desocupación y apercibimiento de lanzamiento contiene graves confusiones que válidamente nos llevarían a cuestionar si son o noviolatorios de la consabida garantía de audiencia que preconiza nuestra Constitución en su artículo 14, al no mencionar la oportunidad defensiva, probatoria u opositora sobre este particular acto. Que en tratándose del adeudo de rentas, independientemente del objetivo que persigue este juicio y sólo por una prerrogativa que concede la ley al inquilino, éste puede terminar con el juicio si otorgael monto de las rentas adeudadas hasta el instante en que solicite este beneficio, es decir, no solamente las que dieron sustento a la demanda instaurada en su contra; por lo que respecta al embargo, éste tiene como especial propósito el de un aseguramiento para garantizar las pensiones adeudadas, pero no se pueden rematar en esta vía, pues se estaría contradiciendo el verdadero sentido de estejuicio especial.
Obviamente, semejantes contradicciones fueron las culpables para que un juicio aparentemente sencillo se fuera complicando y a la postre se resolviera en un tiempo acorde al de los juicios ordinarios, rompiendo así con la esencia de sus propias características como la sencillez, prontitud y eficacia.
Aun así, el juicio especial de desahucio tendrá una vigencia de cuatro añosmás, debido a que su normatividad ya ha sido superada, pero desgraciadamente no a través de un estudio serio, en el que se pudieran haber reformado los artículos que lo tornaban tardío, complicado y oneroso, sino que en un acto preponderante, autoritario e inconciente, a iniciativa del Poder Ejecutivo se decide, mediante decreto de fecha 21 de julio de 1993, abrogar todos los dispositivos que losustentaban. Para que en un decreto posterior, fechado el 23 de septiembre del mismo año, se modificaran los artículos del decreto primeramente mencionado para indicar que sus disposiciones entrarían en vigor hasta el 19 de octubre de 1998, a excepción de tres supuestos, en los que definitivamente su normatividad sí se aplicaría a partir del 19 de octubre de 1993 y estos son:
1. Cuando se trate...
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