Juicio Y Dictamen En La Conciencia Moral

JUICIO Y DICTAMEN EN LA CONCIENCIA MORAL
Introducción
El texto de la Encíclica de Juan Pablo II “Veritatis Splendor” en el n. 65, hace alusión
a un tema de suma actualidad: la conciencia. Ésta se expresa en actos de juicio. Los juicios
son proferidos por la persona que a su vez, y en el contexto en que se halla, es imagen de
Dios. El propósito, entonces, de esta comunicación será unaaproximación a la noción de uno
de tantos elementos importantes: el juicio de conciencia. Para ello elegí la q.79 de la primera
parte de la Suma Teológica. Desde esa exposición de Santo Tomás procuraré profundizar
algunos conceptos relacionados con él.
1. Las dificultades para tratar el tema de la conciencia
Ciñéndome al tratamiento de la cuestión y al método adoptado en la SumaTeológica,
tomo en cuenta cuanto dice Orígenes respecto de la conciencia: “Un espíritu corrector y un
pedagogo asociado al alma”. Esta última expresión “pedagogo asociado al alma” concita la
atención y sobre todo lo que sigue “... en virtud del cual se aparta del mal y se adhiere al
bien”.
Si nos remontamos a los escritos paulinos nos encontramos en Romanos 2, 14-15 que
nos propone unconcepto de la conciencia que se encuentra en estrecha relación con el texto
desarrollado por la Suma Teológica. San Pablo dice “... cuando los gentiles, sin ley, cumplen
naturalmente los preceptos de la ley, ellos mismos, sin tenerla, son para sí mismos ley. Y con
esto muestran que los preceptos de la ley están escritos en sus corazones, siendo testigo su
conciencia y las sentencias con queentre sí unos y otros se acusan y se excusan”...
Al respecto podemos decir que Santo Tomás responde que el concepto de “conciencia
recibe el nombre de espíritu porque se identifica con la mente, pues es un dictamen de la
mente”. También hemos de tener en cuenta que es un pedagogo, alguien que conduce
diligentemente en el campo de la enseñanza y del aprendizaje. El pedagogo, al menos en suintención, procura el bien a quien conduce; de allí se puede deducir la apreciación que se tiene
del acto del juicio: acertado.
La segunda dificultad planteada en la cuestión presenta a la conciencia como potencia
porque es sujeto, dice, de pecado. A esto responde Santo Tomás diciendo que “la
contaminación [del pecado] está en la conciencia, no como sujeto, sino como lo conocido enFERRANDO 2
el conocimiento [diríase, de modo intencional] y por tanto,...en cuanto uno sabe que está
contaminado”
1
El hombre creado a imagen de Dios posee “naturalmente” la “facultad moral” de la
conciencia para juzgar acerca de la bondad de ciertos preceptos de la ley natural: sería capaz
de ser buen amigo, de procurar bienes materiales para el bienestar de los demás, etc. Aunque
nocuenta con la caridad (la gracia) y, por lo tanto, estos actos no serían meritorios; pero nada
menoscabaría su “valor” natural. Por su voluntad, el hombre, tiende naturalmente al bien, de
modo que si algo no es totalmente malo, es decir, si hay algo de bueno en ello, lo puede
apetecer legítimamente. El término “naturalmente” fue utilizado por los pelagianos para
afirmar que no era necesariala gracia para la justificación. Contra esta interpretación se ha de
recordar cuanto enseñaban los filósofos y juristas paganos al decir que “la ley natural se sitúa
precisamente en la realización de esos instintos morales primarios de la procreación y de la
educación”
2
.
En tercer lugar se plantea la necesidad de optar por el “concepto” de acto, hábito o
potencia. A esto respondeSanto Tomás que, aunque los actos de que está informada la
conciencia son muchos, todos, sin embargo, reciben su eficacia de uno primero: hábito de los
primeros principios, llamado sindéresis. Por eso, concluye, este hábito toma, a veces, el
nombre de conciencia.
Una vez planteadas las dificultades y respondidas por el Angélico, me parece bien
partir del “sed contra” que nos orienta...