Julia Y La Monotonía

Julia y la monotonía

Ávila Rodríguez Alvaro
Burgoin Monroy Abril Fernanda
Camarena García Oliver Bernardo
Espinoza Mercado Itzel Anahi
Martínez Osuna Ilse Gabriela
Montaño Ojeda Sarahí
Montoya Núñez Michelle Alejandra
Nieto Ortiz Ramón Alejandro
Villegas Castro Brayham Alberto
Wilkes Quintana Donaldo Guadalupe
Colegio de Bachilleres, Plantel 02
3er Semestre, Grupo ‘’D’’
TurnoMatutino
Profra. Berenice Yánez Valenzuela
Literatura I

A nuestra querida profesora de literatura Berenice Yáñez Valenzuela.

ÍNDICE

* Capítulo I………………………………….…4
* Capítulo II………………………………….10
* Capítulo III………………………………...13
* Capítulo IV………………………………...16
* Capítulo V………………………………….18
Monotonía
Capítulo I

Recorría lentamente mis párpados pues aún no estaba dispuesta adespertar y a modo de reflejo quizá, aventé como pescado mi mano para presionar el botón de la alarma; siempre creí que era un monstruo con el que tenía que lidiar cada mañana, ella me atacaba y yo lo único que quería eran cinco minutos más. Tomé la cobija con las dos manos arropándome cual oruga en etapa crisálida, prontamente adentro de mi capullo me preguntaba por qué razón me comparaba conun animalito verde, fue en ese momento cuando me percaté de que estaba loca y lo más importante, que ya no iba poder conciliar el sueño e iba a tener que volar como una mariposa.
Me destapé ya dispuesta a ponerme en pie así que me apresuré a deslizar mi pie izquierdo sobre el contorno de la cama seguido de mi otro pie izquierdo al compás de mi espalda que al levantarse no paraba de tronar –Al menos no está lloviendo- pensé. Después de lograr sentarme en medio de esa tormenta, aterricé mis huesudos pies en el suelo e inmediatamente sentí como esos minúsculos vellos, que de bello no tienen nada, querían salir de mi piel. Ni siquiera recordaba que tenía pantuflas hasta ese momento. No pude evitar pensar por qué razón no me había puesto condones en los pies la noche anterior y mientraslo meditaba, deslizaba mí mano derecha sobre el rostro, decepcionada de mí.
Sin ánimo de dirigirme a mis labores, ya que el área de relaciones públicas de la empresa es tan pero tan conflictiva que en ocasiones suelo ser un tanto fastidiosa, odiosa e irritante, porque cada mañana, con un cúmulo de esfuerzos sin precedentes, puedo desprenderme de las sabanas de mi alcoba que cual pelotita degolf en una trampa de arena queda estancada y no tiene manera alguna, hasta que mi “gran amiga“; la alarma, me despertaba de mi lindo y cálido sueño. Pero ahí estaba yo de nuevo en la regadera, jorobada y con cueros de pollo tomando una cálida ducha, la cual era un alivio y un momento de relajación total para mi cuerpo antes de comenzar a lidiar con esa gente que solía ser demasiado exagerada yalarmista. Sentía como las suaves gotas de agua recorrían mi cuerpo cual pétalos de rosa evaporándose en mi cálida epidermis. Pronto supe que si no tornaba fría la temperatura del agua, me iba a quedar completamente dormida en la ducha. Gire la perilla del agua fría -Ahhhhh- exclamé entre dientes; y mientras lloraba mi espalda tomé valor para reanudar mi tranquilidad. Mientras lograba adaptarme,recapitulaba sobre lo que tenía que hacer en mi trabajo, soportar a la gente que trata de solucionar sus problemas sin saber que yo tengo los míos y cuando les hago saber lo que pienso, para mi fortuna, se van. Siempre era la misma situación, inclusive cuando tenía ganas de trabajar; ¡esperen! Eso jamás ha ocurrido.
Me volví a la realidad y recordé que tenía que realizar muchas actividades, supede inmediato que habían transcurrido unos cuantos minutos y de nuevo llegaría tarde, lo cual no me preocupaba ya que ansiaba demasiado perder mi trabajo. No sabía que haría cuando eso ocurriese, pero ya me las arreglaría entonces pues al final nadie depende de mí, ni yo de nadie. Después de llegar a esa hermosa conclusión, tomé el jabón acompañado de la esponja dispuesta a frotar mi piel durante...