Julian Assange

A raíz de las diversas opiniones que han surgido frente al particular caso de Julian Assange, es imposible quedar ajeno al tema, más aún si se está vinculado al mundo periodístico. Pero antes deinvolucrarse de lleno al último conflicto, es necesario hacer algunas acotaciones y alcances que sirven como referencia para desentrañar cuál es la situación que vive no sólo Assange, sino que los mediosde comunicación en su totalidad.
La disputa particular entre Gran Bretaña y Ecuador por el asilo que ésta última nación le dio al creador de WikiLeaks ha sido quizás la más resonante dentro de losproblemas que ha debido lidiar el australiano. La más resonante, pero no la única. Assange ha sido víctima constante de la presión y amenazas debido a sus polémicas investigaciones y publicaciones.Estados Unidos se instaló como su primer enemigo cuando éste decidió sacar a la luz pública videos e informes del Departamento de Defensa relacionados con ataques producidos por las fuerzas armadas deaquel país en Afganistán e Iraq. Mandatarios y autoridades estadounidenses, entre ellos los de mayor calibre, se manifestaron en contra de la labor que hacía el periodista, considerándolo un peligro parala seguridad mundial y enviando órdenes de arresto si llegase a entrar al país. Ahí es donde comienza el debate. Resulta inconcebible creer que la publicación de ciertos documentos puedan poner enriesgo el bienestar del mundo. Eso sólo hace pensar que aquellas publicaciones son delatoras de las calamidades que causan los gobiernos, y contrario a lo que dicen las potencias sobre la inestabilidadmundial a causa de aquellas revelaciones, el golpe no sería para la paz mundial, sino que para el poder y credibilidad de ésas naciones.
La inseguridad y desesperación es tal en ciertas potencias,que personajes como los estadounidenses Bill O,Reilly (presentador de la cadena FOX), Sarah Palin (ex candidata a vicepresidente por el Partido Republicano) y el canadiense Tom Flanagan (asesor del...