Julita Astaburuaga

Julita Astaburuaga:
Más de nueve décadas de vida social
A sus 93 años, esta mujer perteneciente a la aristocracia chilena no tiene un día libre en su ajetreada vida social, pero lo hace con muchaalegría, porque cree que es lo que la mantiene con vida

“Desde muy pequeña tuve una la vida social muy activa y me encanta”, recuerda Julita Astaburuaga de 93 años apuntando desde su cama connostalgia la foto de su casona ubicada en Pedro de Valdivia que fue demolida para construir veintisiete casas, dos calles y dos edificios con varios departamentos cada uno.
Casa en la que su madre,Elena Larraín de Astaburuaga, hacía unas fiestas enormes y como Julita y su hermano eran muy pequeños para disfrutar con los adultos, la nany inglesa los dejaba mirar por a la ventana a las doce de lanoche a todos los invitados disfrutando y bailando en la cancha de tenis que tenían en su patio.
La pequeña oda:
Esta mujer de hablar muy pausado y modulado vive en un pequeño departamento ubicado enla calle Santa Lucía, en que ya no cabe un cuadro más, la mayoría retratos de ella pintados por distintos artistas nacionales e internacionales, que sin saberlo llegaron a ser artistas muy conocidosque con Julita hicieron sus primeras creaciones en óleo.
Asegura que es “una rota con suerte” porque no ha pagado por ningún cuadro que actualmente podría valer una fortuna.

Las vueltas dela vida
Luego de separarse de su marido, el diplomático Fernando Maqueira, tuvo que dejar su lujosa casa en Las Condes para instalarse en setenta metros cuadrados de una habitación en los que logróacomodar una cama de una plaza y un pequeño escritorio casi encima de sus pies.
Actualmente vive de la renta de esa casa que fue convertida “en un restaurant medio rasca porque no tiene ni siquieranombre”, pero no le importa ya que la mujer a quien se lo arrienda es una excelente pagadora y eso es lo que más agradece Julita quien toma cinco remedios diarios y vive con un marcapaso que casi...