Jurisprudencia
Mario Puzo
EL ÚLTIMO DON
MARIO PUZO
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El último Don
Mario Puzo
Publicado por Ediciones B
Barcelona, 1996
Título original: The Last Don
Traducción de Antonia Menini
Impreso en España
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El último Don
Mario Puzo
ÍNDICE
PRÓLOGO QUOGUE, 1965 .......................................................... 6
LIBRO I HOLLYWOOD LAS VEGAS, 1990 ...................................14
LIBRO II LOS CLERICUZIO y PIPPI DE LENA .............................. 34
LIBRO III CLAUDIA DE LENA – ATHENA AQUITANE ................... 59
LIBRO IV. CROSS DE LENA – LOS CLERICUZIO......................... 94
LIBRO V. LAS VEGAS – HOLLYWOOD – QUOGUE .................... 118
LIBRO VI UNA MUERTE DE HOLLYWOOD ............................... 164
LIBRO VII LA GUERRA DE LOSSANTADIO............................... 237
LIBRO VIII LA COMUNIÓN ........................................................ 254
EPÍLOGO NIZA –FRANCIA –QUOGUE........................................ 279
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El último Don
Mario Puzo
A Virginia Altman y Domenick Clericuzio.
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El último Don
Mario Puzo
PRÓLOGO
QUOGUE, 1965
El Domingo de Ramos, un año después de la gran guerra contra los Santadio, Don DomenicoClericuzio celebró el bautismo de dos bebés de su propia sangre y tomó la decisión más
trascendental de su vida. Invitó a los jefes de las familias más importantes de Norteamérica y
también a Alfred Gronevelt, propietario del hotel Xanadu de Las Vegas, y a David Redfellow, creador
de un vasto imperio de la droga en Estados Unidos.
Ahora Don Clericuzio, jefe de la más poderosa familia mafiosa deNorteamérica, tenía previsto
abandonar ese poder, al menos oficialmente. Ya era hora de cambiar de estrategia porque el poder
visible era demasiado peligroso, aunque el abandono del poder también resultaba peligroso en sí
mismo. Tendría que hacerlo con la máxima benevolencia, con buena voluntad personal y en las
condiciones que él mismo pusiera.
Quogue tenía una superficie de ocho hectáreasy estaba cercada por un muro de ladrillo rojo
de tres metros de altura, protegido a su vez por una alambrada de espino y unos sensores
electrónicos. Además de la mansión principal, la finca albergaba las residencias de sus tres hijos y
veinte casitas para empleados de confianza de la familia.
Antes de la llegada de los invitados, el Don y sus hijos tomaron asiento alrededor de una
blanca mesade hierro forjado, en el jardín de plantas trepadoras de la parte posterior de la
mansión. Giorgio, el mayor, tenía veintisiete años, era muy taciturno y poseía una inteligencia un
tanto especial y un rostro impenetrable. El Don informó a Giorgio de que tendría que matricularse en
la Escuela de Estudios Empresariales de Wharton. Allí aprendería todas las triquiñuelas necesarias
para robardinero sin rebasar el ámbito de la legalidad.
Giorgio no discutió con su padre, no merecía la pena, eran demasiado parecidos. Era un joven
de elevada estatura y cuerpo tan desgarbado como el de un caballero inglés, que él adornaba con
trajes confeccionados a la medida y un bigotito sobre el labio superior. Asintió con la cabeza en
gesto de obediencia.
El Don se dirigió después a su sobrinoJoseph de Lena, llamado Pippi. El Don amaba a Pippi,
tanto como a sus hijos, pues además de los vínculos de sangre (Pippi era hijo de su difunta
hermana), el joven era el gran general que había conquistado a los salvajes Santadio.
–Te irás a vivir permanentemente a Las Vegas –le dijo. Cuidarás de nuestros intereses en el
hotel Xanadu. Ahora que nuestra familia se está retirando de las operaciones,aquí no habrá
demasiado trabajo. No obstante seguirás siendo el Martillo de la familia. Vio que Pippi no parecía
muy contento y comprendió que tendría que darle alguna explicación. Tu mujer, Nalene, no puede
vivir en el ambiente de la familia, no puede vivir en el Enclave del Bronx. Es muy diferente. Ellos no
la aceptan. Tienes que construir tu vida lejos de nosotros.
Eso era cierto, aunque...
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