justicia social

El término justicia social es tal vez uno de los más desteñidos del vocabulario político contemporáneo.
Con ese término se han frotado toda clase de regímenes gubernamentales principalmente en los países de América Latina, donde la historia muestra que puede haber un poco de todo, menos justicia social en el estricto sentido de su definición: necesidad de lograr un equitativo reparto de losbienes sociales. En una sociedad con justicia social las clases más vulnerables deberían tener acceso a opciones de desarrollo y en los países donde se aplica la justicia social, los derechos humanos tendrían que ser respetados cabalmente.
En los documentos básicos del Partido Revolucionario Institucional de México –el PRI- se muestra como supuestamente uno de los propósitos de tal partido esprecisamente ese, alcanzar la justicia social para los mexicanos.
En el Partido Justicialista Argentino, el creado por Juan Domingo Perón y que en su nombre lleva el sello, es esencial también este eje: la justicia social. En ambos casos parece que no han hecho los suficientes esfuerzos para lograr sus objetivos.
En México existen desde los tiempos del último presidente de la república de origenpriísta, es decir Ernesto Zedillo Ponce de León, según cifras informales, alrededor de 60 (o más) millones de pobres que no alcanzaron los privilegios de la tan traída y llevada justicia social ni en 70 años de mandato priísta, ni tampoco en los 10 años de gestión panista.
El 50 por ciento de la población mexicana es pobre, debido en gran medida a la gran desigualdad en los ingresos, la décimaparte más rica de la población gana más de 40 por ciento de los ingresos totales, mientras la décima parte más pobre solo obtiene 1.1 por ciento. Además contribuyen a la pobreza la profunda desigualdad regional y étnica; mientras que en Argentina, de 40 millones de habitantes, existen 13 millones de pobres, según los datos oficiales.
No se trata de hacer comparaciones, sino de mostrarsimilitudes, porque existen.
En ambos proyectos político-partidistas se usa la bandera de la justicia social
-concepto que muchos habitantes marginados de ambos países, interpretan como el reparto de dinero, dádivas, materiales de construcción, todo tipo de beneficios a cambio de su voto en la construcción de gobiernos de corte caudillista-, muy “a la antigüita”, con el clientelismo como eje de acción.Obvio que la tradición electoral establece esta dinámica perversa del asistencialismo como lo “normal” y hasta se llega a justificar con frases globalizadas como la de “roban, pero hacen”.
Lo cuestionable en ambos casos es que mientras se esgrime el discurso de alcanzar y aplicar la justicia social –es decir, el equitativo reparto de los bienes sociales- la clase política en el poder es la quemenos cumple con su propio discurso, pues apenas aplica derramas económicas mínimas al círculo de la dádiva mientras que los verdaderos problemas que generan la pobreza histórica quedan en segundo o tercer plano. La pobreza es indispensable en el momento electoral.
En lo que respecta al caso mexicano del PRI, que es el que mejor conozco, no busca jamás el voto de la clase media, no lo necesita nile interesa, es más, lo desdeñan porque al PRI le basta desbordar populismo con su “voto duro”, el de los marginados que son, lamentablemente, sus clientes cautivos.

Datos básicos de la pobreza
En el caso de México, de acuerdo con un estudio realizado por el Tecnológico de Monterrey durante 2010, la pobreza mostró una reducción del 0.5%, sin embargo tal estudio prevé que los mexicanos querealizan actividades informales rebasó los 12.84 millones que en comparación con el segundo trimestre de 2009, representan 659 mil 571 personas más.
3.75 millones de mexicanos no perciben ingresos, lo que se traduce a 148 mil 427 personas que se suman.
Finalmente 28.81 millones de habitantes de no cuentan con servicios de salud, específicamente, pero 27 millones de personas no tienen acceso...