Justicia social

Alumno: Enrique León Verastegui

Justicia social, reconocimiento y justificación

El presente ensayo se concentrara en el concepto de poder tal como es trabajado por R. Forst (2007, 2008, 2013) como elemento eje que atraviesa las tres grandes áreas temáticas de la justicia social, el reconocimiento y la justificación. Partiendo de ahí, revisaremos las críticas realizadas por N. Fraser(2008) en las que señala que el reino discursivo de las justificaciones y lo político como dimensión real de las luchas de poder propuesto por Forst termina privilegiando un enfoque del poder en términos mayormente procesales y sintácticos de intercambio de razones públicas. Las críticas de Fraser, en la misma línea a las que le hiciera con anterioridad a J. Habermas (1991), apuntan a que como teoríacrítica de la (in)justicia social en Forst, aunque necesaria sería insuficiente para propiciar adecuadamente en la sociedad un sistema justo de cooperación entre ciudadanos que pueda ser considerado libre e igual para todos como el mismo Forst sugiere; esto es que los individuos dejan de ser recipientes de justicia para pasar a ser agentes de justicia. Para ello veremos si la nueva formulaciónsobre el poder y ontología social en Forst (2013) como poder nouménico (en sintonía con la noción de espacio de razones de Sellars y discutida por R.Brandon (1979, 1995) ) logra superar dichos cuestionamientos y pueda plantearse como herramienta analítica en aras de un genuino propósito emancipatorio.
Forst (2007, 2008) menciona que respecto a las demandas de justicia, el poder es el“hiper-bien” cuyo despliegue está enmarcado en una determinada estructura básica de justificaciones. Despliegue que define un marco de relaciones de justificación. La teoría crítica respecto a la justicia por lo tanto tendría como objetivo la exposición de relaciones sociales injustificadas (ejercicios de poder no justificados en los ámbitos de lo político, social y económico) al permitir una críticaideológica y genealógica sobre las “falsas” justificaciones para el ejercicio del poder. Este “poder justificativo” o “poder discursivo” es para Forst el bien más alto de la justicia (y que no puede ser distribuido como si se tratase de un bien material) ya que es donde se fundamenta las demandas de justicia que permiten desafiar todo orden que se muestre como ilegitimo. Con ello la teoría criticatomaría como unidad de análisis el poder para adentrarse es el cuestionamiento de las justificaciones dadas para mantener una estructura de producción y distribución de bienes. Para ello Forst es bastante cauto para no asignar contenido unívoco alguno a “libertad” e “igualdad” por ejemplo, términos que están inscritos dentro de las demandas de justicia hechas en dicha estructura de producción ydistribución de bienes, ya que propiamente son términos que requieren ser justificados. Las nociones de “libertad” e “igualdad” no pueden escapar de su aspecto relacional vinculado a preguntas como ¿libertad de qué o para qué?, ¿igualdad a qué, respecto a bienes, bienestar o capacidades? Nociones por lo tanto vinculadas a un orden de justificaciones. Forst con ello estaría explicitando su distancia deconcepciones teóricas de corte funcionalista en donde “libertad” e “igualdad” tienen a priori estándares e índices mínimos y necesarios a ser cubiertos en base a un concepto de dignidad humana, que es la sumatoria de todo ello. Dentro de estas perspectivas las demandas de justicia se circunscriben al rol de proveer asistencia. Las demandas de justicia según Forst por el contrario tendría sufuerza a la misma capacidad de presentar razones que puedan ser evaluadas y aceptadas por ser reciprocas y generales a todos los individuos involucrados prescindiendo de apelar a esquemas valorativos o verdades trascendentales. La critica de las estructuras de producción y distribución como ya se ha mencionado no apuntarían por lo tanto a señalar aquello que estas estarían dejando de hacer...