Justicia y alimentos

Justicia y alimentos
En este mes de diciembre Cáritas vuelve a salir a la calle para pedir alimentos a los giennenses. Es algo tradicional. Ya llevamos muchos años haciéndolo, casi tantos como loscincuenta y tantos años que la acción caritativa de la Iglesia lleva existiendo bajo el nombre latino de la Caridad. En Jaén llevamos también mucho tiempo haciendo campaña de recogida de alimentosdurante el Adviento en los colegios de la ciudad.
Nuestra campaña de Navidad no sólo es una tradición, sino que es una obligación para nosotros a la que no podemos renunciar. Forma parte de la esenciade nuestra opción evangélica por los pobres. “Dar de comer a los hambrientos” (cf. Mt 25,35.37.42) es un imperativo ético para la Iglesia universal, que responde a las enseñanzas de Jesús sobre lasolidaridad y el compartir. Y esta obligación es una práctica milenaria que estamos haciendo bien, con un trabajo solidario, serio, coherente y organizado, que nadie que lo conozca mínimamente bien puedecriticar negativamente, aunque siempre podemos mejorar.
En Cáritas trabajamos por la justicia. Y es de justicia que todos los seres humanos por el simple hecho de serlo tengamos derecho amantenernos vivos. El derecho a la alimentación es básico. Por tanto, es necesario que madure una conciencia solidaria que considere la alimentación como derecho universal de todos los hombres, sin distincionesni discriminaciones. Aunque se piense lo contrario, los derechos no son un regalo que nos conceden los hombres. No se nos dan por ser buenos o se nos quitan por ser malos o ignorantes o pobres. Todaslas personas del mundo tenemos derecho a una alimentación suficiente que nos permita una vida sana. Y quien debería garantizar este derecho básico es la sociedad entera y principalmente losresponsables públicos que nos gobiernan. Lamentablemente la realidad hoy es que esto no es así. Nos queda esperar una mejor acción política sobre la pobreza, pero también una mayor solidaridad entre todos....