Justicia y pobreza

JUSTICIA Y POBREZA
En el XXVI Curso Interdisciplinario en Derechos Humanos.

Quiero agradecer la invitación que se me hace para, colaborar en este importante curso en donde se pone de manifiesto la preocupación de “personas de Buena Voluntad “ y de Noble Inteligencia, reflexionar con ustedes sobre la justicia y la pobreza que son temas cruciales en este amanecer del Siglo XXI.

Llama laatención este enunciado que coloca en comunicación y en diálogo los temas de la justicia y de la pobreza.

Para hacerlo en primer lugar debemos ponernos de acuerdo en que todos nosotros somos – a no ser que haya aquí alguien acompañado de un niño de 8 años – personas del milenio anterior, del siglo pasado, que asumimos la responsabilidad – indelegable por demás – de pensar el futuroasí sea poco el tiempo que vayamos a vivir en él.

La humanidad ha tenido siempre el maravilloso oficio de permitirle a unas generaciones ayudar a construir el mañana siendo al mismo tiempo las encargadas de vincular todo aquello que del pasado merece sobrevivir: eso es lo que llamamos “Civilización”.

Por eso este tipo de eventos son – como se dice - de “alta civilización” y la tarea quecumplimos hoy - en esta oportunidad - debe ser esclarecedora.

Si no tomamos la decisión de pensar y de decidir con claridad sobre estos temas que pre- ocupan en la tarea de diseñar el futuro, quedaremos en deuda con quienes vienen detrás de nosotros, con sus hijos y con sus nietos que podrán pensar en la desgracia de haber sido antecedidos por unas generaciones incapaces de mirar consolidaridad, claridad y desprendimiento hacia el horizonte que haga posible pasar con eficiencia de la democracia que tenemos hacia la democracia que deseamos.

Esta afirmación va acompañada de optimismo, es cierto, pero ello no está prohibido. Por lo común se ha afirmado que la juventud es la época de los sueños y la madurez la de las realizaciones. Pues bien esto hay que cambiarlo ya queestamos de nuevo todos convocados a soñar y a realizar. Si algo positivo trae la “cultura “ aun no terminada de configurarse de la “globalización” es que un sueño solamente es válido cuando viaja por el camino de los hechos pero para ello habría de derrotarse el individualismo que corroe y que es el signo negativo de los tiempos que vivimos. Los brasileros ya dieron hace muchos años la fórmulacuando en una bella canción popular afirman que quien sueña solo permanece en el mundo de los sueños pero quien sueña con otros crea nuevas realidades.

Más adelante tendré la oportunidad de regresar sobre este argumento que es definitivo ya que la obligatoriedad de nuestros sueños reclama la existencia de una comunidad formada y consolidada que no ha sido suficientemente valorada en laglobalización y que constituye su más notoria debilidad.

RECUPERAR LO FUNDAMENTAL
Este mundo que ha llegado al comienzo del Siglo XXI lo ha hecho con tanto falso “optimismo” que maravilla la disposición a tildar de pesimistas a quienes interrogan las opciones tomadas y señalan posibles y previsibles malos efectos. Simplemente por honradez quienes defienden y defendemos alguna de las “MULTIPLES”opciones de “globalización” deberíamos interrogarnos por una serie de síntomas preocupantes que comienzan a demandar respuestas claras.

Sin duda alguna la pregunta fundamental es la de preocuparse por el lugar que ocupa en esas variadas formas de globalización el ser humano. De lo contrario, ¿Cómo podríamos preguntarnos por los Derechos Humanos?

Esto es importante y no es unapregunta retórica; es la pregunta por el “Nosotros” y por los “Otros”.(véase Levinas), Es la pregunta de si TODAVIA nos confesamos pertenecientes a un mismo género humano o si superada la ruptura entre blancos y negros ( de la que es cierto quedan huellas aún importantes por dejar atrás ); es la pregunta de si superada la ruptura entre aborígenes – dígase tradicionalmente Indios – y nosotros y...