Juvenilla-argumento de la obra
Poco después de la muerte de su padre, Cané ingresa como pupilo al colegio Nacional de Buenos Aires. El niño sufre entonces un duro proceso de adaptación, donde por ser el nuevo se ocultaba solo y triste, extrañando, sobre todo, suhogar y el cariño de su madre. Se ve sometido a una severa disciplina: levantarse al alba, y comer alimentos poco agradables.
Pronto encuentra refugio en una de las dos presencias que lo entusiasman y lo ayudan luego, a moldear su personalidad: “los folletines”. En ellos encuentra durante toda su permanencia en el colegio la salvación contra el fastidio y con ellos da los primeros pasos delector incansable y acucioso.
Los capítulos posteriores relatan y las rencillas que se producen a diario entre los estudiantes. En ellas se encuentran las famosas escapadas nocturnas, en donde se estudiaban todas las variedades infinitas de los medios de escapatoria, para hacer, según Cané “una vida de vagabundos por la ciudad”.
En el relato aparecen bien establecidas e individualizadas,personalidades como las del profesor y luego rector del colegio, Amadeo Jacques, a quien todos, y en especial Cané respetaban y admiraban por sus ideas de civilización y por haber crecido bajo una atmósfera intelectual de la Francia en plena reacción filosófica, científica y literaria. Jacques fue la segunda presencia que estimula a Cané y le descubre las modernas corrientes del pensamiento,especialmente el positivismo.
Cané recuerda en uno de sus capítulos una revolución que él, conjuntamente con un compañero, pretendieron hacer contra el entonces vicerrector, José M. Torres, la cual desembocó en su posterior expulsión. Se encontraba solo en un banco de la plaza Victoria, donde se topa con el presidente de la República, que en un acto caritativo lo lleva a dormir a su casa.
Tambiénrecuerda las andanzas con Corrales, el típico muchacho travieso y burlón, mal estudiante, el reo presunto de todas las contravenciones, faltas y delitos; quien protagonizó uno de los combates más reñidos de todo ese año con el profesor Jacques.
Se acuerda del mismo modo, con un gran dolor en el alma, la impresión indescriptible de cuando escuchó a Eduardo Fidanza exclamar: “¡Monsieur Jacques hamuerto!”.
Éste estaba tendido sobre su cama, rígido y con la soberbia cabeza impregnada de una majestad indecible. Uno a uno, todos dieron el adiós supremo a quien nunca deberían olvidar.
“Duerme el sueño eterno al abrigo de los árboles sombríos, no lejos del sitio donde reposan mis muertos queridos. Jamás voy a la tumba de los míos, sin pasar por el sepulcro del maestro y saludarlo con elrespeto profundo de los grandes cariños”.
Hace repercusión además el mundo de afuera, que se ve reflejado en la pelea entre los provincianos y los porteños. Éstos formaban dos bandos, cuyas diferencias se resolvían, a menudo, en duelos parciales.
Cané también critica al vicerrector Don F.M. describiéndolo como un hombre sin moralidad, sin inteligencia y desprovisto de ilustración, que ponía enduda la conducta intachable del colegio; destituido más tarde por los alumnos. Éstos iniciaron una especie de revolución en su contra, comparada con los revolucionarios franceses de Sicilia, logrando que se afirme definitivamente la disciplina con el ingreso de Don José M. Torres.
Alude también a la disciplina militar, y al encierro con el clásico régimen de pan y agua, en donde pasaban largashoras aislados en una habitación diminuta.
La enfermería fue de hecho descripta, como una de las moradas más placenteras, en donde charlaban, la comida era agradable y estaban resguardados.
Cuando comenzó a funcionar la clase de literatura, todos se vieron obligados a escribir novelas de buen romance, con muchos amores, estocadas, sombras, luchas, escenas todas de descomunal efecto. Por...
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