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Mensaje dos
Un hombre de oración
Lectura bíblica: Jn. 10:30; 14:30b; 15:7; Lc. 11:5-13; 1 R. 8:48; Dn. 6:10; Mt. 26:39
I. Con respecto al Señor Jesús, vemos el modelo puro de un hombre de oración
revelado en los Evangelios—Mt. 14:23; Mr. 1:35; Lc. 5:16; 6:12; 9:28:
A. Como hombre de oración, el Señor Jesús fue siempre uno con Dios—Jn. 10:30.
B. Como hombre de oración, el Señor Jesús viviócontinuamente en la presencia de Dios; Él
nos dijo que nunca estaba solo, pues el Padre estaba con Él; Él veía el rostro del Padre en
todo momento—Hch. 10:38c; Jn. 8:29; 16:32b; cfr. Éx. 33:14; 2 Co. 2:10.
C. Como hombre de oración, el Señor Jesús confiaba en Dios y no en Sí mismo en cualquier
tipo de padecimiento y persecución—1 P. 2:23b; Lc. 23:46.
D. Como hombre de oración, el Señor Jesús fue unhombre en quien Satanás, el príncipe del
mundo, no tenía nada (ninguna base, ninguna oportunidad, ninguna esperanza ni
ninguna posibilidad de nada)—Jn. 14:30b.
II. Un hombre de oración hace oraciones genuinas con las siguientes características:
A. Un hombre de oración entra en Dios al orar a fin de recibir el suministro de vida de parte
del Padre, como lo muestra Lucas 11:1-13:
1. Nuestra intención alorar debe ser buscar el suministro de vida: los panes representan
las riquezas de la tierra, los pescados representan las riquezas del mar y los huevos
representan las riquezas de algo que está en el aire y en la tierra—vs. 5-13.
2. La totalidad de estas riquezas es el Espíritu Santo; cuando entramos en Dios al orar,
debemos permanecer en Dios para recibir al Espíritu Santo como nuestrosuministro
de vida—vs. 11-13.
3. Este suministro de vida no sólo nos alimenta a nosotros mismos, sino también a los
que están bajo nuestro cuidado—cfr. 1 Jn. 5:16a; 2 Co. 3:6; Hch. 6:4.
4. Si la manera en que oramos nos distrae del Señor y no nos introduce en Él, debemos
cambiar la manera en que oramos; orar es entrar en Dios al orar.
5. Orar significa reconocer que, por nosotros mismos, con nosotros mismosy en nosotros
mismos, somos nada; por tanto, no queremos hacer nada por nuestra propia cuenta; en
vez de ello, queremos hacerlo todo en Dios, con Dios y por medio de Dios.
6. Nuestra oración le provee a Dios la manera de entrar en nosotros, llenarnos y saturar
nuestro propio ser; de este modo, la obra que hacemos es hecha en completa dependencia de Dios.
B. Orar significa reconocer que somos naday que no podemos hacer nada; esto implica que la
oración es la verdadera negación del yo—Mr. 8:34; 9:29:
1. Orar en realidad equivale a declarar: “No yo, mas Cristo”; nuestra oración testifica que
no nos valemos del esfuerzo propio para afrontar alguna situación—Gá. 2:20.
2. Incluso una oración tan breve como invocar el nombre del Señor —“¡Oh, Señor
Jesús!”— indica que “ya no yo, más Cristo”—Ro.10:12-13.
C. Si queremos que Dios escuche nuestras oraciones, éstas deben estar dirigidas a los intereses de Dios, representados por la Tierra Santa, la ciudad santa y el templo santo—1 R.
8:48:
1. La Tierra Santa tipifica a Cristo, la porción que Dios asignó a los creyentes (Col. 1:12;
2:6-7; Dt. 8:7); la ciudad santa representa el reino de Dios en Cristo (Sal. 48:1-2); y el
templo santorepresenta la casa de Dios, la iglesia, en la tierra (Ef. 2:21; 1 Ti. 3:15).
2. Durante el cautiverio babilónico, tres veces al día, Daniel oraba con sus ventanas
abiertas en dirección a Jerusalén; esto indica que Dios escuchará nuestras oraciones
cuando oremos a Dios con la mirada puesta en Cristo, el reino de Dios y la casa de
Dios, todo lo cual constituye la meta de la economía eterna de Dios—Dn.6:10.

3. Esto quiere decir que no importa por quién oremos, nuestras oraciones siempre deben
tener como objetivo los intereses de Dios, esto es, a Cristo y la iglesia —los intereses de
Dios en la tierra—, para el cumplimiento de la economía de Dios.
III. Un hombre de oración debe ser alguien que busca a Dios y la voluntad de Dios—Mt.
26:39; Jn. 4:34; 5:30; 6:38.
IV. Un hombre de oración debe ser...